En un mundo pletórico de actividad, adultos y niños pueden quedar atrapados en un caos emocional. En ese sentido, las nuevas generaciones van comprendiendo la importancia de reducir la ansiedad para llevar una vida más plena. Incorporar mindfulness en las casas y en las aulas puede ser un excelente recurso para ayudar a los niños a lidiar con el estrés. La popularidad de la meditación está creciendo, ya que cada vez más profesionales de la salud dan fe de sus beneficios para la salud mental.
Desarrollo temprano del cerebro en los niños
Padres y tutores tienen una influencia significativa en el desarrollo cerebral temprano de los niños. Se sabe que los niños prosperan en ambientes seguros, pero también donde son libres de explorar el mundo. Consecuentemente, los guardianes juegan un papel determinante tanto en la salud nutricional de los niños, como en la estimulación del crecimiento cerebral. El tiempo que dedica el niño a jugar, a interactuar socialmente, así como a configurar sus intereses ha demostrado ser un buen indicador de su ulterior éxito educativo y de su vida emocional.
Aparte de la gran cantidad de vacunas que protegen a los niños de enfermedades cerebrales peligrosas a una edad sensible, la salud mental y física de la madre que engendra al bebé es también crucial. Y no hablamos sólo de hábitos nocivos como fumar y consumir alcohol, sino también de la depresión y la ansiedad. Teniendo en cuenta que los “ocho primeros años de vida pueden constituir la base para el aprendizaje, la salud y el éxito futuro del niño o niña”, la crianza saludable de los individuos debería empezar desde el momento mismo en que nacen (CDC, 2022).
Hacia los cinco años de edad, el cerebro de los niños ya se ha desarrollado en un 90%. El restante 10% del crecimiento tiene lugar en los siguientes veinte años, lo que significa que, en promedio, el cerebro evoluciona totalmente hasta mediados de los veinte años (Li P, 2022). Los adultos son capaces de crear nuevas conexiones y neuronas después de esta edad, pero este dato sirve para demostrar lo fácil que resulta incidir en el desarrollo del cerebro del niño.
De acuerdo con los profesionales de desarrollo infantil “lo que los padres hacen o no hacen durante estos años de formación puede repercutir significativamente en un desarrollo saludable de los niños – la salud mental y la salud física” (Li P, 2022).
Los efectos positivos del mindfulness
Mindfulness se refiere a la idea de reducir la velocidad, observar y reconocer con bondad los pensamientos y sentimientos que broten. En el centro del cerebro humano, hay una compleja estructura de células conocidas como amígdala. Tanto los adultos como los niños activan este centro cerebral cuando experimentan emociones intensas.
Dado que la amígdala forma una parte importante en la creación de recuerdos y funciones cognitivas, los niños con fuertes emociones negativas en el pasado pueden tener dificultades para concentrarse y retener información. Estos efectos pueden revertirse con éxito al reducir la activación de la amígdala a través de la práctica regular de mindfulness (Guy-Evans O, 2021).
Varios estudios han confirmado que los niños que no tienen acceso a sus necesidades básicas y sufren una vida en pobreza tienen menos probabilidades de cosechar éxitos en la vida. Conforme a los datos que arrojan las investigaciones, sería difícil para ellos establecer relaciones sociales, así como regular su comportamiento emocional en la adultez. Esto se debe al hecho de que la “pobreza extrema está asociada a un insuficiente desarrollo de materia gris y de logros académicos” (Li P, 2022).
A menudo, estos niños tienen un desempeño escolar pobre por la simple razón de que no pueden concentrarse mientras lidian con sus incertidumbres. En estos casos, programas basados en mindfulness pueden ser de gran ayuda a los maestros, quienes luego pueden fomentar una mentalidad centrada en el aprendizaje. Al practicar mindfulness con regularidad, estos niños tienen mayores oportunidades de romper el ciclo de pobreza (Michigan Radio, 2015).
Estudios empíricos de mindfulness para escolares
Miles de niños de todo el mundo participaron en varios estudios con el objetivo de tener una mejor idea de las prácticas de mindfulness para niños en edad escolar. Los grupos de control y experimentales participaron en programas de mindfulness durante un par de semanas o incluso meses.
Los resultados mostraron que los niños que practican mindfulness no solo “redujeron sus niveles de agresión, ansiedad social y estrés” sino que también mostraron “mejoras en funciones ejecutivas como el control cognitivo, la memoria operante, la flexibilidad cognitiva, y obtuvieron mejores calificaciones en matemáticas” (Azarian B, 2016).
Los padres y maestros continuaron reportando mejoras en el control cognitivo incluso para niños que padecían trastornos bipolares y déficit de atención. Estos niños fueron capaces de autorregular sus emociones al retroceder un paso cuando enfrentaban emociones fuertes, así como de hacer nuevas conexiones cerebrales y centrarse en algo tan simple como la respiración lenta y continua. (Azarian B, 2016). Aunque es cierto que muchos niños se benefician de estos programas, implicar a los adolescentes en el mindfulness ha demostrado ser una labor más desafiante.
El estudio que la compañía Myriad Reserch llevó a cabo en cientos de escuelas del Reino Unido arrojó que las iniciativas basadas en mindfulness no solo fueron insatisfactorias, sino que la mayoría de los estudiantes las encontraron aburridas. La mayoría de ellos tuvo una mínima participación en las clases de la escuela, sin práctica alguna en el hogar. Aunque se familiarizaron con las bases del mindfulness, 28,000 estudiantes consideraron que las técnicas no eran efectivas (Weale S, 2022).
El lado positivo es que los profesores y empleados sí reportaron efectos positivos a corto plazo que les ayudaron a lidiar con el estrés laboral. Pese a su corta duración, esto probó que el mindfulness continúa favoreciendo la capacidad de resistencia y ayuda a los niños a superar los momentos de incertidumbre (Weale S, 2022). Así pues, es importante estimular la participación con entrenamientos en contextos adaptados a niños de diferentes edades, para también anticipar problemas y ofrecer apoyo eficaz cuando sea necesario.
Meditación como una forma de Mindfulness
Los niños no tienen que sentarse en meditación silenciosa para practicar mindfulness; éste puede ser incorporado durante caminatas, comidas y también durante las sesiones de estudio. La idea tras este principio es ayudar a los niños a reducir la ansiedad y mejorar su concentración y que les vaya bien en la escuela y también en la vida. Al practicar mindfulness a diario, aunque sea un par de minutos, los niños tienen mejor control de sus centros cerebrales de estrés y de respuesta al miedo (Michigan Radio, 2015).
Si bien es cierto que la meditación y el mindfulness están entrelazadas, las dos se diferencian en su naturaleza y propósito. Como un método de entrenamiento mental, la meditación ayuda a los profesionales a implementar el mindfulness en su día a día, lo que en esencia significa que el mindfulness puede practicarse a lo largo del día, en diferentes circunstancias.
El mindfulness no se refiere a la ausencia de pensamientos, sino a un estado mental equilibrado en el cual los individuos observan el momento presente y se centran en la respiración. En otras palabras, “puedes ser consciente sin estar en un estado de meditación, pero no puedes meditar sin ser consciente” (Silva L, 2022).
En Humanium continuamos siguiendo de cerca la salud física y mental de los niños. Ayudamos a las comunidades más vulnerables en India y Ruanda a cumplir sus derechos implicando a expertos en el campo de la terapia y la psicología infantil. La meditación y el mindfulness continúan jugando un papel importante en nuestro enfoque para sanar el trauma y fortalecer la capacidad de resistencia.
Gracias a la metodología de Humanium, miles de niños alrededor del mundo han podido beneficiarse de entrenamientos y talleres impartidos por algunos de los mejores mentores, psicólogos, líderes y terapeutas de Humanium.
Si eres defensor de los derechos de los niños, por favor, únete a nuestra misión de crear un impacto duradero en la vida de los niños alrededor del mundo. Puedes hacerte voluntario, apadrinar a un niño, o donar a nuestra causa. ¡Siempre estamos muy agradecidos con tu contribución!
Escrito por Lidija Misic
Traducido por Juliana Parra Soacha
Revisado por Gisela E. Valdés
Bibliografía:
Azarian Bobby, The Mindful Child (2016). Retrieved from New York Times at https://archive.nytimes.com/well.blogs.nytimes.com/2016/05/10/the-mindful-child/, accessed on November 16, 2022.
Early Brain Development and Health (2022). Retrieved from Centers for Disease Control and Prevention (CDC) at https://www.cdc.gov/ncbddd/childdevelopment/early-brain-development.html, accessed on November 15, 2022.
Guy-Evans Olivia, Amygdala Function and Location (2021). Retrieved from Simply Psychology at https://www.simplypsychology.org/amygdala.html, accessed on November 16, 2022.
Li Pamela, Early Brain Development in Children (2022). Retrieved from Parenting for Brain at https://www.parentingforbrain.com/brain-development/, accessed on November 16, 2022.
Michigan Radio, Could mindfulness help Michigan’s kids escape poverty? (2015). Retrieved from Michigan Radio at https://stateofopportunity.michiganradio.org/education/2015-10-13/could-mindfulness-help-michigans-kids-escape-poverty, accessed on November 16, 2022.
Silva Lauren, Mindfulness Vs. Meditation: What’s The Difference? (2022). Retrieved from Forbes Health at https://www.forbes.com/health/mind/mindfulness-vs-meditation/, accessed on November 21, 2022.
Weale Sally, Mindfulness in schools does not improve mental health, study finds (2022). Retrieved from The Guardian at https://www.theguardian.com/society/2022/jul/12/mindfulness-schools-does-not-improve-mental-health-study, accessed on November 16, 2022.