África es uno de los continentes con las estadísticas de embarazo adolescente más preocupantes del mundo (UNFPA, 2022). Mientras que muchos de estos embarazos ocurren dentro del matrimonio infantil – una problemática que muchos países de África no están abordando correctamente – otra de las causas es la pobre educación sexual y reproductiva, así como la falta de información sobre los métodos anticonceptivos modernos. Además, muchas jóvenes de África son víctimas del abuso sexual y de la explotación debido a la guerra y a los desastres naturales que afectan gravemente su reincorporación al sistema educativo tras el embarazo.
El impacto del embarazo precoz en la educación de África
El embarazo de las madres adolescentes es un gran impedimento para continuar con sus estudios. Las décadas de pobreza, de guerras, de desastres naturales y de violencia de género en este continente, junto con la falta de educación y un sistema jurídico deficiente provocan una tasa alta de embarazos precoces entre las jóvenes. Con frecuencia, quedar embarazada provoca prejuicios sociales y morales, así como una carga económica para las familias, lo que constituye una de las razones por las que estas niñas dejan de ir a la escuela.
La falta de leyes, pautas y políticas apropiadas tampoco contribuye de manera positiva en este asunto. Asimismo, la mayoría de las adolescentes no cuentan con servicios de planificación familiar. Toda niña africana tiene derecho a la educación y la educación debería estar exenta de discriminación. Sin embargo, algunas políticas y leyes del gobierno africano han dificultado y todavía siguen dificultando esta situación, ya que violan directamente las leyes internacionales sobre derechos humanos al presionar a las niñas embarazadas y madres jóvenes a dejar de estudiar (Human Rights Watch, 2022).
La pandemia de la COVID-19 y su contribución con la problemática
Durante la pandemia de la COVID-19, estas estadísticas ya altas alcanzaron su punto máximo en distintos países africanos, lo cual se relaciona directamente con el aumento de la pobreza y con el cierre de las escuelas por varios meses. En este continente, la COVID-19 alteró de forma negativa el sistema educativo y la igualdad de género dentro del mismo.
Las leyes deficientes y discriminatorias impidieron que casi un millón de adolescentes embarazadas y madres precoces retomaran sus estudios (Accelerate Hub, 2022). Debido a que el futuro de muchas niñas africanas estaba en riesgo durante y, especialmente, tras la pandemia, era de vital importancia que la Unión Africana diera con una solución y prestara especial atención.
«Sin un entorno escolar seguro, con tiempo libre sin supervisión y con una escasa educación y servicios de salud sexual y reproductiva, se preveía un aumento de los embarazos adolescentes no deseados.»
– Accelerate Hub, 2022
La situación tras la pandemia
Después de la pandemia, más de 30 países africanos (de un total de 54) aprobaron leyes que protegen los derechos de las jóvenes a seguir siendo incluidas en el sistema educativo durante y después de sus embarazos (Human Rights Watch, 2022). Estas leyes son cruciales para solucionar el problema, ya que, sin ellas, las escuelas pueden tomar decisiones arbitrarias sobre el destino de las madres adolescentes o embarazadas.
Por lo tanto, muchos países dieron un paso al frente en la solución de esta problemática. Por ejemplo, antes de la pandemia de la COVID-19, Uganda tenía una ley que prohibía que las niñas embarazadas entraran a las escuelas después de tres meses de embarazo. En esa etapa de gestación, la escuela las obligaba a tomar una licencia por maternidad (Human Rights Watch, 2022). No obstante, en diciembre de 2020, el gobierno de Uganda abolió las políticas restrictivas y desde entonces permite que las madres adolescentes y las niñas embarazadas asistan a la escuela. Asimismo, el gobierno ha actualizado las pautas relacionadas con la prevención de embarazos (AllAfrica, 2022).
El país de Sierra Leona es otro ejemplo en el que se han erradicado leyes discriminatorias de más de una década de duración contra las alumnas embarazadas y las madres adolescentes y donde se han adoptado leyes nuevas en las que las madres adolescentes y las niñas embarazadas se incluyen dentro del sistema educativo (Unicef, 2021). Aparte de estas pautas, políticas y leyes, muchos países están intentando combatir el estigma y la discriminación hacia las madres adolescentes o las niñas embarazadas (AllAfrica, 2022), otro aspecto crucial que necesita abordarse con seriedad para garantizar un cambio completo de esta situación.
Los obstáculos actuales de las madres jóvenes que ejercen su derecho a la educación
La implementación de leyes tras la pandemia varía según el país debido a la falta de directrices claras sobre cómo estas jóvenes pueden continuar con sus estudios (Human Rights Watch, 2022). En muchos países, todavía se necesitan establecer marcos concisos que permitan que estas niñas puedan retomar sus estudios sin ningún impedimento discriminatorio. En este momento, más de 10 países africanos tienen sistemas ilegales y carecen de políticas sobre cómo mantener elevada la cantidad de niñas embarazadas y madres adolescentes en las escuelas.
Por el contrario, existen países africanos con leyes que sancionan directamente las relaciones sexuales fuera del matrimonio (Human Rights Watch, 2022). Además, por el estigma y los prejuicios culturales, se considera que este tipo de embarazos son una desgracia para las familias y su educación se cancela para evitar sentirse avergonzados.
«Además de proporcionar asesoramiento, las escuelas deben considerar brindar servicios de guardería para estas niñas y, cuando sea posible, deben ofrecer apoyo para las madres adolescentes y para sus padres en actividades que generen ingresos para mantener al bebé y ayudar a que la adolescente siga yendo a la escuela.»
– Global Partnership, 2022
La prevención y la solución del problema
En principio, en vez de tratar de encontrar soluciones para los problemas de las alumnas africanas, como el embarazo precoz y la maternidad, es fundamental reconocer la importancia de la prevención. Por ende, la Unión Africana debe establecer una relación sólida y una comunicación constructiva y consistente con los gobiernos de África y trabajar en conjunto en las estrategias de prevención. Asimismo, los gobiernos deben invertir en la educación sexual de los adolescentes africanos, estableciendo servicios de asesoramiento y de apoyo psicológico gratuito y trabajando en la pedagogía con perspectiva de género.
Además, se necesita hacer más con respecto a la inclusión de las adolescentes embarazadas y de las madres jóvenes en las escuelas públicas. Tanto los trabajadores escolares actuales como los futuros deben formarse lo suficiente para poder satisfacer las necesidades de las madres adolescentes. También es esencial organizar servicios de guardería para que las madres adolescentes puedan asistir a la escuela mientras sus hijos son cuidados. Países como Gabón, Zambia, Tanzania, Kenia y Etiopía están trabajando activamente en esta iniciativa (Accelerate Hub, 2022).
Asimismo, todo país de África que no haya incorporado ningún cambio en las leyes tras la pandemia, debe reconsiderar por completo las políticas que socavan la educación de las niñas y, como consecuencia, su futuro. Por último, no se debe desatender la lucha contra los estereotipos, el estigma y las diversas actitudes discriminatorias no solo entre los estudiantes, sino también entre los docentes y los padres. Esta situación crea una presión más sobre las niñas embarazadas y las madres jóvenes, que deciden no continuar con su educación para no quedar expuestas a pasar vergüenza. Al tomar estas decisiones, muchas de ellas terminan quedándose en casa y afrontan sus responsabilidades como madres sin ningún apoyo.
Humanium ha estado y continúa trabajando en educar a los jóvenes de África, especialmente a las madres jóvenes, mediante numerosos proyectos sobre la importancia de ejercer su derecho a la educación. Si deseas ayudar nos con nuestras iniciativas para mejorar la vida de las madres jóvenes y de las niñas embarazadas de África, considera hacer una donación, apadrinar a un niño o participar como voluntario. Toda madre joven tiene derecho a continuar con sus estudios.
Escrito por Jovana Andjelkovic
Traducido por Marianella Bergami Mansilla
Revisado por Inés María Campillo Pazos
Referencias:
Accelerate Hub (2021), “Opening school doors to pregnant adolescents and adolescent mothers: What is needed to best support their educations?”, retrieved from: https://www.acceleratehub.org/news/opening-school-doors-to-pregnant-adolescents-and-adolescent-mothers-what-is-needed-to-best-support-their-education-2021/, accessed on September 12, 2022.
All Africa (2022), “Uganda recognizes pregnant teens´ right to education, but religion, stigma lock out most”, retrieved from: https://allafrica.com/stories/202203170007.html, accessed on September 12, 2022.
Global Partnership (2022), “School re-entry policies must be effective for teenage mothers in Africa”, retrieved from: https://www.globalpartnership.org/blog/school-re-entry-policies-must-be-effective-teenage-mothers-africa, accessed on September 12, 2022.
Human Rights Watch (2022), “Africa: Countries should remove barriers that keep young mothers out of school”, retrieved from: https://www.hrw.org/news/2022/08/04/africa-countries-should-remove-barriers-keep-young-mothers-out-school, accessed on September 13, 2022.
Human Rights Watch (2022), “Across Africa, many young mothers face education barriers”, retrieved from: https://www.hrw.org/news/2022/08/30/across-africa-many-young-mothers-face-education-barriers, accessed on September 13, 2022.
United Nation Population Fund (2022), “World Population Dashboard”, retrieved from: https://www.unfpa.org/data/world-population-dashboard, accessed on September 12, 2022.
Unicef (2021), “Radical inclusion in education”, retrieved from: https://www.unicef.org.uk/david-sengeh-education/, accessed on September 12, 2022.