¿Deben los niños ir a la escuela? La educación en el hogar en Estados Unidos como movimiento social

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En los Estados Unidos de América (USA), décadas de campañas de apoyo por parte de quienes estaban a favor de la educación en el hogar han provocado una desregulación general de la asistencia obligatoria a la escuela. Como los niveles de control y administración estatal respecto de este asunto son muy variados, los padres y tutores tienen la posibilidad de educar a sus hijos en el hogar.

Si bien las alternativas a la educación tradicional no son inherentemente negativas, la falta de una estandarización de las formas de educación en el hogar genera varios riesgos. Los niños que reciben su educación en los hogares son potencialmente más vulnerables a sufrir abusos, así como a no recibir los valores democráticos que fomentan la igualdad y la autonomía (Bartholet, 2020).

El surgimiento de la educación en el hogar

La educación en el hogar suele definirse como un tipo de educación dirigido por los padres (Bauld, 2022). En los Estados Unidos, la tendencia a favor de la educación en el hogar se remonta a la década de 1970, cuando los padres comenzaron a cuestionar los valores que se promulgaban en los planes de estudio de cada estado y la importancia que le se otorgaba en las escuelas tradicionales al conformismo social y al aprendizaje a través de la memorización (Bauld, 2022).

El surgimiento de la educación en el hogar es, pues.  una manifestación de la desconfianza de los ciudadanos hacia la capacidad de las escuelas de satisfacer las necesidades individuales de los niños (Stevens, 2003). Este tipo de educación también da muestra de las grandes diferencias que existen en los puntos de vista de los legisladores y el resto de la población (Stevens, 2003).

Aunque la educación en el hogar es legal en Estados Unidos desde 1993,  cada  estado puede establecer leyes y normas con respecto a su implementación. A nivel nacional, los derechos de los niños a la educación y a la protección contra el maltrato están garantizados (Bartholet, 2020). Cada estado debe cumplir con ciertas exigencias educativas para que los niños no sean objeto de “negligencia educativa” (Bartholet, 2020). 

Todos los estados cuentan también con un sistema de protección infantil y Servicios de Protección Infantil (SPI) que son los responsables de implementar las leyes en favor de los derechos del niño y denunciar su incumplimiento (Bartholet, 2020). Sin embargo, mientras que estos derechos se encuentran garantizados en teoría, la separación física entre los niños que estudian en el hogar y las instituciones formales hace que sean vulnerables a la explotación

Causas de la educación en el hogar

A finales de la primera década del siglo XX, las creencias religiosas eran uno de los mayores impulsores de la educación en el hogar en el país. Los padres y los tutores que formaban parte de comunidades que diferían de la mayoría nacional, por ejemplo las familias Amish, eran reacias a dejar que sus hijos recibieran una educación permanente, ya que iba en contra de sus creencias. Aunque la religión aún es un motivo importante, existen otros factores que la han reemplazado como la razón principal del auge de la educación en el hogar. 

La cantidad de alumnos que estudian en sus hogares se ha triplicado desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 (Ingraham, 2022). En 2021, más de uno de cada diez estudiantes estadounidenses seguían este tipo de educación; en esta cifra se incluyen aumentos en diferentes grupos raciales y étnicos.

Por ejemplo, hubo un incremento notable des del 3,3% en abril al 16% en octubre de niños afroamericanos que estudian en sus casas (Eggleston, 2021). Al parecer, los períodos de cuarentena que se produjeron en el país mostraron a los padres las características de la educación en el hogar y muchos decidieron implementarla de forma permanente. 

Esta decisión refleja una desconfianza creciente en los sistemas de educación pública en Estados Unidos. Como se ha demostrado durante los últimos hechos de carácter político, el panorama estadounidense se caracteriza por una división bipartidista en cuanto a las posiciones políticas. Los padres provenientes de familias de centro derecha han expresado cada vez más su preocupación acerca de la posibilidad de un “adoctrinamiento político de la extrema izquierda” dentro del aula (Ingraham, 2022).  

Los programas escolares reflejan una sociedad más amplia y han comenzado a incluir la promoción de los derechos LGBTQ, en particular, y una mayor equidad social (Ingraham, 2022).  Ejemplos de este hecho  son la utilización de “unicornios de género”: una herramienta diseñada para enseñar a alumnos de cinco años el concepto de identidad de género fluida y la expresión personal; o la incorporación de cuartos de baño de género neutro (Ingraham, 2022).

El mejor desempeño de los niños que reciben educación en el hogar

También se ha cuestionado la estructura de los sistemas educativos nacionales. Los cambios en las normas e interacciones sociales han generado dudas respecto a las ventajas de que los niños queden confinados a sus escritorios durante la mayor parte del día. Estas inquietudes son aún mayores debido a una clara disminución de los estándares académicos. Más del 70% de los niños estadounidenses carecen de una aptitud académica básica al terminar la enseñanza secundaria, lo que representa un gran contraste con los niños que estudian en sus hogares, quienes estadísticamente tienen un mejor desempeño que aquellos que poseen una educación adquirida en los centros escolares (Ingraham, 2022).

Si bien esta relación no es directa ni causal, sí es una muestra de la gran diferencia que existe entre las experiencias académicas de los niños que aprenden en sus hogares y aquellos que van a la escuela. En todo el país, se está produciendo una reducción de las “clases avanzadas” y los “programas para niños talentosos” en nombre de la equidad, lo que limita aún más las oportunidades educativas personalizadas en la escuela (Ingraham, 2022).

La inseguridad es la última, y quizás la más obvia, de las causas del aumento de la educación en el hogar. Los tiroteos continuos en las escuelas y el incremento de la utilización de armas en las instituciones educativas preocupa a la gran mayoría de los padres en Estados Unidos. Además de la violencia relacionada con las armas, estadísticas recientes indican un aumento del acoso escolar tanto en línea como personal, de agresiones físicas y sexuales y rechazo social. 

Los riesgos de la educación en el hogar

Pese a las tendencias alarmantes que están ocurriendo en las escuelas de Estados Unidos, la ausencia de regulaciones y estándares coherentes ocasiona que las experiencias de educación en el hogar sean significativamente variables. Estudios de 2014 indicaron números similares de casos de abuso y tortura tanto en las escuelas como en los hogares, además de la incidencia alarmante de inanición y desnutrición que ocurre fuera del entorno escolar (Coleman, 2018).

Ambos tipos de abuso se encuentran asociados con una falta de control y monitoreo. Es decir, si los estados no garantizan controles periódicos de las condiciones de los hogares donde los niños se educan, es imposible regular y abordar los riesgos que afrontan los niños. La falta de supervisión anula la influencia de los SPI en todo el país, que solo pueden actuar sobre las denuncias de violaciones a los derechos de los niños

Esta preocupación se pone de manifiesto a través de las constantes denuncias de abuso en situaciones de educación en el hogar. En el famoso caso Turpin de 2018, los padres torturaron repetidamente a sus trece hijos con el pretexto de educar a sus niños en el hogar, en la llamada “Sandcastle Day School” (The Guardian, 2018). El caso salió a la luz cuando una joven de diecisiete años se escapó de su encierro y contactó con las autoridades (The Guardian, 2018). El padre abusador se había registrado como el director de la escuela e imponía estrictas reglas religiosas sin supervisión de las autoridades estatales (Carroll & Weaver, 2018).

Este caso de referencia generó llamadas reclamando un mayor equilibrio entre los derechos de los niños y los de sus padres (Hong, 2022). En ese entonces, las leyes de California exigían el registro de las escuelas privadas y una justificación para conseguir la exención de los niños de la escuela pública, pero no se requería que los niños tuvieran contacto con otras personas fuera de sus hogares (Hong, 2022). Así, las leyes permitían registrar un hogar como una escuela privada prácticamente sin ningún tipo de control o supervisión.

Esta situación no se limita al estado de California. La educación en el hogar carece de regulaciones en la mayor parte del país, existen muy pocos requerimientos u obligaciones para los padres (O’Donnell, 2020). Estas escuelas pueden estar dirigidas por personas analfabetas, no todos los estados exigen el registro de la identidad de los niños y las visitas a los hogares suelen ser irregulares, si es que existen (O’Donnell, 2020). Así, la falta de regulaciones permite que los niños puedan estar aislados de otras personas y no puedan contribuir a la sociedad (O’Donnell, 2020).

La necesidad de supervisión es urgente

Si la educación en el hogar ha de continuar, Estados Unidos debe exigir visitas y controles frecuentes (O’Donnell, 2020). También debe alejarse de un sistema escalonado de leyes que permite en algunos estados que los padres dirijan escuelas en sus hogares sin notificárselo a las autoridades, ni enviar resultados de exámenes ni  recibir evaluaciones profesionales sobre el progreso de los alumnos (Home School Legal Defense Association, 2022). Hasta el momento, el desarrollo de la educación en el hogar en Estados Unidos ha representado una lucha entre la autoridad de los padres y la del Gobierno. Ante todo, la escuela es un centro de desarrollo infantil y debería regularse en función del interés superior del menor. 

Es importante ir más allá de las apariencias para obtener una descripción clara de la realidad y, gracias a ello, abogar por la mejora en los derechos de los niños y su protección, además de proponer soluciones. En este sentido, Humanium está a la vanguardia a la hora de cumplir esta misión. De hecho, Humanium continúa promoviendo la reflexión acerca de cuestiones cruciales no difundidas que afectan de modo significativo los derechos de los niños. Si desea contribuir con esta causa, considere apadrinar a un niño, realizar una donación o convertirse en voluntario de nuestra organización. ¡Actúe ahora para proteger y promover los derechos de los más jóvenes!

Escrito por Vanessa Cezarita Cordeiro

Traducido por Clara Roncoroni

Revisado por Esperanza Escalona

Referencias:

Bartholet, E. (2020). “Homeschooling: parent rights absolutism vs. child rights to education and protection.” Retrieved from Arizona Law Review, accessed on 5 November 2022. 

Bauld, A. (2022, May 26). “Considering homeschooling? Here’s what to know.” Retrieved from US. News A world report, accessed on 4 November 2022. 

Carroll, R., & Weaver, M. (2018, January 16). “California police rescue 13 chained and malnourished siblings.” Retrieved from The Guardian, accessed on 6 November 2022. 

Coleman, R. & Brightbill, K. (2018, January 17). “The Turpin child abuse story fits a widespread and disturbing homeschooling pattern.” Retrieved from Los Angeles Times, accessed on 6 November 2022. 

Chang, J. (2022, June). “66 Chilling Student Crime Statistics: 2021/2022 Data & Demographics”. Retrieved from Finances Online, accessed on 13 November 2022. 

Eggleston, C., & Fields, J. (2021, March 22). “Census bureau’s household pulse survey shows significant increase in homeschooling rates in fall 2020.” Retrieved from United States Census Bureau, accessed on 5 November 2022. 

Home School Legal Defense Association. (2022). “Homeschool laws by State.” Retrieved from Home School Legal Defense Association, accessed on 5 November 2022. 

Hong, J. (n.d). “Would stricter home-school laws have protected Turpin children? Measures withdrawn under pressure.” Retrieved from Desert Sun, accessed on 6 November 2022. 

Ingraham, K.D (2022, May 2). “Why homeschooling is growing.” Retrieved from American Center for Transforming Education, accessed on 6 November 2022.

Lapon, E. (2022, March 5). “Homeschooling during COVID-19: lessons learned from a year of homeschool education.” Retrieved from National Home Education Research Institute, accessed on 4 November 2022. 

O’Donnell, E. (2020, June). “The risks of homeschooling.” Retrieved from Harvard Magazine, accessed on 4 November 2022. 

Stevens, L.M. (2003, March). “The normalisation of homeschooling in the USA.” Retrieved from Evaluation and Research in Education, accessed on 4 November 2022. 

The Guardian. (2018, January 17). “Turpin parents accused of torturing 13 children had no ‘home school’ oversight.” Retrieved from The Guardian, accessed on 6 November 2022. 

VICE News. (2022, October 12). “The secret power of homeschoolers.” Retrieved from VICE News, accessed on 4 November 2022.