La importancia de la representación de los niños en la literatura y en los medios de comunicación

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La representación de los niños es una cuestión clave para su desarrollo y crecimiento y ha adoptado diferentes formas a lo largo del tiempo. La literatura infantil ha desempeñado un papel importante en el descubrimiento del mundo exterior e interior de los niños, pero la falta de representación de algunos grupos étnicos también ha supuesto un gran reto que aún está lejos de ser superado. En este sentido, los medios de comunicación han intentado llenar el vacío, cayendo en los mismos estereotipos que afectaban al mundo de la literatura. Sin embargo, hay algunos actores que todavía podrían promover un cambio en la cultura. 

Por qué es importante la representación de los niños

Los niños configuran su realidad según los modelos que construyen con diferentes ladrillos: cuentos, canciones, películas, obras de teatro, experiencias y muchos otros factores que les ayudan a codificar la realidad en patrones comunes para ser reproducidos. A través de estos elementos descubren cómo es el mundo en el que viven y, también, a ellos mismos. 

En particular, los cuentos desempeñan un papel importante en la representación de los niños: proporcionan información y modelos, guían al lector en el descubrimiento del mundo, tanto real como imaginario y transmiten valores como la amistad, la empatía, el valor, el sentido de pertenencia, las emociones y la diversidad, que son esenciales para el desarrollo y el crecimiento del niño. 

Al mismo tiempo, lo que antes enseñaban los cuentos y los libros a los niños es ahora sustituido por los contenidos de los medios de comunicación, por lo que la representación de los niños debe tener en cuenta ambos aspectos: la literatura y los medios de comunicación. 

La representación de los niños en la literatura y los medios de comunicación desempeña una función importante en el desarrollo y el crecimiento de los niños porque les ayuda a comprender la realidad en la que viven o a descubrir otras culturas, dándoles la oportunidad de desarrollar la empatía y el respeto por las diferencias culturales. La representación infantil es importante para que los niños construyan sus perspectivas sobre su propio grupo étnico-racial, así como el de los demás (Rogers, 2021). En este sentido, la representación infantil tiene una doble dimensión: por un lado, apoya el descubrimiento de una dimensión externa, y por otro, proporciona insumos para el descubrimiento de la dimensión interna.

Pero ¿qué ocurre si los niños no encuentran representaciones sobre sí mismos o sobre la realidad en la que viven?

Las consecuencias de la falta de representación

«Los niños, sobre todo en los primeros años, son como pequeñas esponjas que absorben toda la información que les rodea y luego le dan sentido activamente.»

– Hunter, 2018

En este sentido, la falta de representación de la realidad en la que viven también puede afectarles en una perspectiva a largo plazo y bajo muchos puntos de vista. Por ejemplo, las investigaciones demuestran que la falta de representación en los medios de comunicación puede conducir a resultados psicológicos negativos para aquellos con identidades poco representadas o retratadas negativamente (Tukachinsky, Mastro y Yarchi, 2017). La exposición a representaciones negativas en los medios de comunicación de sus propios grupos étnico-raciales puede socavar el sentido de sí mismos de los niños, mientras que los medios de comunicación infantiles de alta calidad pueden promover actitudes e interacciones étnico-raciales positivas (Rogers, 2021).

Un estudio sobre los efectos de la televisión en los niños de edad primaria muestra una correlación negativa entre la exposición a la televisión y una menor autoestima para las niñas y niños negros y las niñas blancas, pero también destacó una correlación positiva entre la exposición a la televisión y una mayor autoestima para los niños blancos (Martins y Harrison, 2012).

Los mismos hallazgos son mostrados por la investigación que subrayó cómo la identificación con personajes populares con las mismas identidades en los medios de comunicación principales conduce a una mayor autoestima en varias dimensiones (Ward, 2004). La literatura científica sobre los efectos en el bienestar de los niños apoya la importancia de una representación realista, diversa e inclusiva en los medios de comunicación infantiles.

Además, si los niños no se perciben a sí mismos como representados por los medios de comunicación o la literatura que consumen, también pueden empezar a sentirse invisibles, sin importancia (Levinson, 2020) o menos importantes que los demás. Los riesgos relacionados con este aspecto juegan a favor de la reafirmación de una narrativa única, basada en estereotipos, que dificulta la posibilidad de que los individuos alcancen sus metas y sueños en función de sus capacidades y aspiraciones personales. Y si los niños no se perciben a sí mismos como arquitectos, profesores o ingenieros, es posible que no perciban estos portadores en el futuro. 

Si los niños no tienen la posibilidad de ver a personas con sus identidades y rasgos retratados de forma positiva, pueden confiar en la suposición de que su identidad está totalmente representada por esos estereotipos que definen quiénes son. El «problema de los estereotipos no es que sean falsos, sino que son incompletos. Hacen que una historia se convierta en la única historia». Eso es lo que ChimamandaNgoziAdichie define por el «peligro de una sola historia» (Adiche, 2019).

El estado del arte de la literatura infantil

La afirmación de la importancia de la representación de los niños en la literatura puede vincularse a un hito importante que se remonta a 1990, cuando Rudine Sims Bishop codificó la metáfora «Espejos, ventanas y puertas correderas de cristal» para describir el papel de la literatura infantil. Según Bishop, los libros con ventanas «[ofrecen] vistas de mundos que pueden ser reales o imaginados» y «son también puertas correderas de cristal, y los lectores sólo tienen que atravesarlas con la imaginación para formar parte de cualquier mundo que haya creado el autor» (1990). 

En los libros espejo, «podemos ver nuestras propias vidas y experiencias como parte de la experiencia humana más amplia», lo que, según Bishop, es un «medio de autoafirmación» (Bishop, 1990). En este sentido, la literatura infantil puede representar un espejo para la sociedad, reflejando tanto la realidad en la que vivimos como «proyectando cómo queremos que sean nuestros hijos» (Dahlen, 2020). 

Desde entonces, la representación de los niños en la literatura ha ido adquiriendo cada vez más importancia y la definición de «representación» ha ido cambiando a lo largo del tiempo en función de la realidad que también iba cambiando. Durante mucho tiempo, el mundo de la literatura infantil ha sido lo que Nancy Larrick llamaba «totalmente blanco» (Larrick, 2020), pero, con el tiempo, cada vez más personajes que representaban diferentes etnias comenzaron a entrar en la escena de los libros infantiles como respuesta a la falta de representación. Esto fue posible gracias al aumento de la demanda por parte de los consumidores, pero también gracias a toda una generación de autores que crecieron sin referencias a esa diversidad y que quisieron contribuir a un cambio en la cultura.

La Cooperative Children’s Book Covid (CCBC) de la Facultad de Educación de la Universidad de Wisconsin-Madison analizó el porcentaje de libros infantiles escritos por o personas no blancas o sobre ellas desde 1985 hasta la actualidad. En el periodo comprendido entre 1985 y 2015, el porcentaje de libros infantiles escritos por o sobre personas no blancas fluctuó entre el 9 y el 14 por ciento (Dahlen, 2020).

En 2016, el porcentaje «sobre» alcanzó el 22 por ciento, pero este aumento de la representación también mostró un lado oscuro: como muchos autores blancos crearon más personajes de color y con etnicidades ambiguas, por ejemplo, de piel morena, promovieron también personajes estereotipados que fomentaron falsas percepciones sobre las etnias que representaban. Este aspecto también fue subrayado por el porcentaje de «por» de 2016, que ascendió a solo el 13 por ciento, significativamente menor que el 22 por ciento de «sobre». 

En el período comprendido entre 2018 y 2020, el porcentaje de libros infantiles escritos por personas no blancas fluctuó entre el 23,79 (2018) y el 28,56 por ciento (2020), mientras que el porcentaje «sobre» fluctuó entre el 29,64 (2018) y el 30,25 por ciento (2020) (página web del CCBC). 

Las estadísticas del CCBC muestran un lento aumento de los libros diversos en la última década, con cambios más drásticos en los años más recientes. Según la infografía de Lee & Low de 2018, las cifras aumentaron del 10 al 14 por ciento entre 2013 y 2014, y luego «saltaron» al 20 por ciento en 2015, al 28 por ciento en 2016 y al 31 por ciento en 2017 (Corrie, 2018). Estos datos dibujan una tendencia positiva que aún está lejos de representar la realidad que viven los niños estadounidenses en la que la mitad de los niños del país no son blancos (Dahlen, 2020).

La infografía de Lee & Low demuestra que la «brecha de la diversidad» no es un problema específico de la literatura infantil, sino de las industrias del poder y los medios de comunicación en general. Su infografía de Lee & Low de 2018 utilizó los datos del CCBC de 2017 y comunicó que solo el 7 por ciento, o 288 de 3700 libros encuestados, fueron escritos por escritores negros, latinos y nativos (Corrie, 2018). En este sentido, la literatura y los medios de comunicación tienen un elemento común que impide una representación veraz de la realidad que viven los niños y que está representada por el poder.

El papel de los medios en la representación de los niños

Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la vida de los niños y jóvenes que ha aumentado con el tiempo. En 2019, los jóvenes pasaban una media de 2 horas al día viendo programas de televisión (Rideout, 2019) y por la pandemia de Covid-19, el uso de los contenidos mediáticos ha aumentado dados sus múltiples propósitos: entretenimiento, conexión, educación, creatividad y vínculo con el mundo exterior (Rideout, 2021). 

Dado este contexto, es importante considerar los principales efectos de esa exposición temprana y constante a los medios en relación con los impactos positivos o negativos de la representación infantil. Una contribución importante para responder a esta pregunta la ofrece la Teoría de la Cultivación, que afirma que la exposición a los medios de comunicación ayuda a moldear los pensamientos, las percepciones y los comportamientos, y los espectadores adoptan los supuestos y las creencias del contenido de los medios como realidad (Gerbner y Gross, 1976).

Los niños son especialmente vulnerables a los mensajes de los medios de comunicación y utilizan lo que ven en ellos para crear sus creencias sobre sí mismos y sobre los demás. Por lo tanto, la industria de los medios de comunicación tiene un gran poder sobre la socialización y el autoconcepto de los jóvenes (Levinson, 2020) y desempeñan un papel importante en la representación de los niños.

Un interesante informe sobre los contenidos televisivos infantiles norteamericanos (hasta los 12 años) puso de manifiesto el uso recurrente de estereotipos y la escasa correspondencia con la realidad en la que viven los niños (Lemish& Johnson, 2019). Por ejemplo, el 65 por ciento de los personajes eran blancos, y los personajes femeninos tenían más probabilidades de no ser blancos o de ser racialmente ambiguos que los masculinos. Además, el 38 por cientode los personajes eran mujeres o niñas, mientras que casi el 51 por cierto de la población estadounidense es femenina.

Aparte de eso, los personajes femeninos tenían el doble de probabilidades de resolver problemas utilizando la magia, mientras que los masculinos eran más propensos a resolver problemas utilizando la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) o su físico (Levinson, 2020). Además, solo el 1 por ciento de los personajes mostraba signos de discapacidad física o enfermedad crónica, aunque el 20 por ciento de la población vive con una discapacidad (Okoro et al., 2018) y solo el 2 por ciento de los personajes presentaba un estatus socioeconómico más bajo, mientras que cerca del 20 por ciento de los niños estadounidenses viven por debajo del umbral de la pobreza (NCCP). 

El último informe de CommonSense, «TheInclusion Imperative: Why Media RepresentationMattersforKids’ Ethnic-Racial Development», ha puesto de manifiesto la escasa representación y los estereotipos de las personas de color en los papeles del cine y la televisión (Rogers, 2021). Por ejemplo, a pesar de representar el 18 por ciento de la población, los latinos sólo representan el 5 por cientode los papeles cinematográficos hablados.

Los personajes de color en los programas más vistos por los niños de entre 2 y 13 años tienen más probabilidades de ser representados como violentos y las mujeres de todos los grupos étnico-raciales en la programación para adultos tienen más probabilidades de aparecer en papeles sexualizados (Rogers, 2021).

Según las percepciones de los padres y cuidadores que participaron en la investigación, las personas blancas suelen ser retratadas de forma positiva en los medios de comunicación a los que están expuestos sus hijos, mientras que uno de cada cuatro cree que las representaciones de las personas negras, hispanas y LGBTQIA+ tienen más probabilidades de ser negativas (Rogers, 2021).

Los estudios mencionados muestran cómo la representación de los niños en los medios de comunicación no refleja la realidad en la que viven los niños sino que, por el contrario, promueve una narrativa que se basa en estereotipos y roles predefinidos en los que los niños pueden identificarse. Una vez más, los medios de comunicación corren el riesgo de promover un «relato único» (Adiche, 2019). 

¿Quiénes son los principales interesados en promover un cambio cultural? 

Promover un cambio de cultura en la representación de los niños en la literatura y los medios de comunicación es esencial para cumplir el derecho de los niños a «descubrir y desarrollar su personalidad, sus talentos y sus capacidades mentales y físicas hasta el máximo de sus posibilidades» (artículo 29 (1), lett. a) de la CDN). Para lograr este objetivo, todos los actores implicados en la vida del niño desempeñan un papel importante.

En primer lugar, los editores y bibliotecarios contribuyen a la causa seleccionando los libros que se imprimen y venden. De este modo, pueden influir en las posibles elecciones que pueden hacer los consumidores. En un mundo globalizado e interconectado, cada vez es más fácil tener acceso a diferentes fuentes de información, pero esto también depende de la apertura de miras y la conciencia que tengan estos actores sobre la importancia de la representación de los niños. 

En este sentido, también los consumidores tienen el poder de influir en lo que el mercado les ofrece, tanto en lo que respecta a los libros como a los contenidos de los medios de comunicación. En particular, los padres están cada vez más atentos a los contenidos que consumen sus hijos y piden a los creadores de medios de comunicación que ofrezcan contenidos que reflejen mejor la diversidad del mundo en el que sus hijos están creciendo (Rogers, 2021). 

En este sentido, también los autores y creadores tienen el poder de influir en los contenidos que producen para representar mejor la realidad en la que viven los niños e inspirarlos gracias a su papel privilegiado. Proporcionan «ventanas» (Bishop, 1990) al mundo exterior y guían a los niños al descubrimiento del mundo y de sí mismos. 

Por último, pero no por ello menos importante, los niños son los actores clave para promover un cambio de cultura que sea más representativo de la realidad en la que viven y más respetuoso con sus identidades, necesidades, pensamientos y aspiraciones. La mejor manera de lograr este objetivo es empezar a hablar de sus historias e incluirse en las historias que imaginan, porque cada una de ellas es importante y necesita ser contada. 

Humanium está a la vanguardia en el apoyo a la diversidad y la inclusión de todos los niños para que se escuchen sus voces. Abogamos por un mundo en el que se respeten y protejan los derechos de los niños, y trabajamos para garantizar que los niños de todos los orígenes, géneros y etnias estén representados en los medios de comunicación y en la literatura por igual. Descubre cómo defender los derechos de los niños, únete a nuestra comunidad, interactúa con nuestro trabajo y comparte nuestra misión a través de nuestro sitio web, página de Facebook o newsletter.

Escrito por Arianna Braga[1]

Traducido por Marta Ancín

Revisado por Felipe Chavez

Para más información:

Books by and/or about Black, Indigenous and People of Color (All Years)

Lee & Low’s 2018 infographic

Referencias:

Adichie, C. (July, 2019). The danger of a single story. Retrieved from https://www.ted.com/talks/chimamanda_ngozi_adichie_the_danger_of_a_single_story?language=en, accessed on 16 February 2022.

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[1] También quisiera agradecer a la profesora Sarah Park Dahlen por sus valiosas ideas y comentarios sobre el tema que enriquecieron este artículo.