Niños de Tanzania

Descubriendo los Derechos del Niño en Tanzania

Los niños suponen una parte significativa de la población de Tanzania, donde la media de edad es de 18 años. Los más pequeños se enfrentan a grandes retos, como la pobreza que sufren directamente y la vulneración de derechos fundamentales como el derecho a la educación.

Índice los Derechos del Niño: 6,09/10
Nivel rojo: Situación difícil

Población : 59,5 millones
Pob. de 0 à 14 años : 44,1%

Esperanza de vida: 64 años
Mortalidad en menores de 5 años: 53 ‰

Tanzania de un vistazo

Tanzania se independizó del Reino Unido en 1961 y, junto con Zanzíbar, formó la actual República Unida de Tanzania. Pero, a pesar de haberse independizado, Tanzania tuvo que luchar de nuevo por su independencia contra las tropas de Uganda, que invadió una zona del noreste de Tanzania en 1979.

Tanzania se divide en 26 regiones (21 en el continente y 5 en Zanzíbar). El presidente y el parlamento son elegidos al mismo tiempo por sufragio popular directo por un periodo de 5 años y, desde 2000, se garantiza que haya un 30 % de mujeres en puestos de responsabilidad en todas las estructuras gubernamentales. Pero su legado colonial sigue teniendo repercusiones en el grado de desigualdad que aún sufren muchísimos tanzanos en la actualidad.

Además, al tener Tanzania frontera con ocho países (Burundi, la República Democrática del Congo, Kenia, Malawi, Mozambique, Ruanda, Uganda y Zambia), recibe un gran número de refugiados que huyen de conflictos en los países vecinos. 

Estado de los derechos del niño [1]

Tanzania se comprometió con la defensa de los derechos del niño y ratificó la Convención de los Derechos del Niño en 1991. En 2009 aprobó la ley conocida como Ley del Niño, con la que incorporó efectivamente a su derecho interno la Convención de la ONU y estableció el marco legal para proteger los derechos de la infancia en el país.

Además, su sistema judicial trabajó para preservar los derechos de los niños mediante la regulación de la edad legal. De hecho, el matrimonio infantil se regía desde 1971 por la Ley del Matrimonio, que permitía a las niñas casarse a los 14 años con el consentimiento del tribunal y desde los 15 años con el consentimiento de sus padres. Pero surgió la esperanza cuando, en 2016, el Tribunal Supremo de Tanzania dictaminó en un fallo que esas disposiciones eran inconstitucionales y ordenó al gobierno que elevara la edad legal para casarse hasta los 18 años tanto para hombres como para mujeres.

El gobierno siguió dando pasos en la protección de los niños dictando nuevas disposiciones. En 2016, el Parlamento declaró ilegal, sin excepción alguna, casarse con niñas de primaria o secundaria. Si alguien lo hiciera, podría ser condenado a 30 años de prisión. Sin embargo, al analizar los diversos aspectos de los derechos del niño, vemos que no están grabados a fuego en el país y que las medidas políticas podrían aniquilar los esfuerzos pasados por integrar y garantizar los principios de la Convención de los Derechos del Niño. 

Atender las necesidades de los niños

Derecho a la salud

La Política Nacional de Salud de Tanzania contempla la prestación de servicios de salud únicamente para la Tanzania continental (y sus 106 distritos), pero no para Zanzíbar. La Política de Salud Nacional persigue el objetivo de dar acceso a una atención primaria sanitaria de calidad a todos sus ciudadanos, con tres metas principales: salud infantil y reproductiva, control de enfermedades transmisibles y no transmisibles y tratamiento de afecciones comunes de prevalencia local en el distrito.

Tanzania recibe ayuda de diversas organizaciones para mejorar la atención sanitaria de la población. Ya está registrando avances en cuanto a la mortalidad infantil y ha desarrollado el derecho a la salud de los niños mediante una amplia cobertura del programa de vacunación infantil y una gran campaña de prevención y tratamiento de la malaria (USAID, 2018). Al adoptar estas medidas, el índice de mortalidad hasta los 5 años de edad descendió en Tanzania de 166 muertes por cada 1000 nacimientos en 1990 a 57 en 2017.

Gracias a las diversas medidas adoptadas entre 2007 y 2011, la malaria afectó solo al 9 % de los niños pequeños, en lugar de al 18 % (UNICEF, 2014). El gobierno también tomó medidas para mejorar el acceso al agua y las instalaciones de higiene y saneamiento de los niños, poniendo en marcha varios proyectos a gran escala de suministro de agua y saneamiento tanto en el continente como en Zanzíbar.

Aun así, Tanzania sigue siendo un país muy afectado por el VIH/SIDA. En torno a 1,3 millones de personas mayores de 15 años y unos 91 000 niños menores de esa edad viven con enfermedades vinculadas al VIH/SIDA.

Derecho a la educación

Al ratificar la Convención de los Derechos del Niño, Tanzania garantizó la educación gratuita y obligatoria desde primaria hasta secundaria mediante la Política Universal de Educación Primaria de 1995 y el Programa de Desarrollo de la Educación Primaria de 2002. Sin embargo, en su Iniciativa Global por los Niños Fuera de la Escuela publicada en 2018, Unicef Tanzania estimó que unos 3,5 millones de niños y adolescentes en edad escolar no estaban escolarizados.

Aldeas Infantiles SOS estimó que había 1 300 000 niños huérfanos en Tanzania, debido sobre todo al VIH. La comunidad local brinda un gran apoyo a los niños más vulnerables (NMV), un término más genérico para paliar el estigma ligado al término general de niños huérfanos y vulnerables (NHV) que se suele asociar a los huérfanos del SIDA. El Ministerio de Bienestar Social de Tanzania define a los NMV como aquellos niños que viven en la pobreza extrema, sin la adecuada supervisión de un adulto o sin contar con apoyo familiar. Las mujeres voluntarias conocidas como «Mama Mkubwa» son familiares o vecinas que se ocupan de algún modo de los NMV.

Los niños se quedan en el entorno de su familia y en la estructura de la comunidad local y reciben apoyo para seguir asistiendo a clase. El Gobierno presentó en 2008-2009 el Plan de Acción Nacional de Atención, Servicios, Formación y Protección de Niños Vulnerables, que pretendía proporcionarles servicios básicos como atención sanitaria, comida, alojamiento, ayuda psicológica, servicios legales y educación (FHI 360).

Diversos estudios, como el realizado por Unicef, revelaron que la educación en Tanzania era un serio obstáculo para el matrimonio a edades tempranas y que las mujeres que habían cursado estudios de educación secundaria tenían un 92 % menos de probabilidades de casarse antes de los 18 años que aquellas que solo habían asistido a la escuela primaria (Unicef, 2007).

Por desgracia, el derecho a la educación todavía no está garantizado. De hecho, en 2017 el presidente John Magufuli prohibió acudir a clase a las niñas y adolescentes embarazadas y madres. Aunque esta discriminación no es nueva: conforme al informe del Centro para los Derechos Reproductivos, más de 55 000 estudiantes embarazadas fueron expulsadas u obligadas a dejar la escuela entre 2003 y 2013.

Derecho a la identidad

El derecho a la identidad está contemplado en la Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 8 como derecho que engloba la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares. También es una herramienta inestimable para hacer cumplir las leyes en materia de derechos humanos que impiden el matrimonio infantil, el trabajo infantil y la trata de menores.

En 2009, con la Ley sobre los Derechos del Niño, Tanzania hizo obligatorio el registro de los nacimientos. Tanzania cuenta con una estructura de registro de nacimientos y fallecimientos bien desarrollada, gracias a la Ley sobre el Registro de Nacimientos y Defunciones, que establece la obligación legal de inscribir el nacimiento de todo niño y de que se emita el correspondiente certificado de nacimiento. Se suele requerir para acceder a oportunidades educativas y económicas.

Antes de 2010, solo se inscribía al 16 % de los recién nacidos y apenas un 8 % de los niños tenían certificado de nacimiento (Unicef, 2013). Pero, entre 2010 y 2015, solo el 26 % de los niños menores de 5 años estaban al menos parcialmente registrados (WOOD, 2019).

Factores de riesgo: retos específicos del país

La violencia y los niños

El Gobierno aprobó un Plan Nacional de Acción para Erradicar la Violencia contra las Mujeres y los Niños quinquenal (2017-2021) que englobaba 8 planes de acción distintos para abordar la prevención de la violencia contra las mujeres y los niños y la violencia de género.

Ese plan pretende incluir buenas prácticas, lecciones aprendidas y nuevas medidas innovadoras para combatir la violencia contra las mujeres y los niños en Tanzania. Pero, para aplicar ese plan, se necesitan recursos económicos y, según una encuesta sobre el gasto público efectuada en 2011, en los ministerios clave a escala nacional solo se destinaba el 0,1 % de los recursos a la protección de la infancia. A pesar de esas medidas, la violencia contra los niños sigue muy presente en Tanzania. La ONG Legal and Human Rights Centre (LHRC) emitió en 2018 un informe según el cual se habían denunciado a la policía más de 6000 actos de violencia contra niños.

La violencia sexual contra los niños es sumamente preocupante en Tanzania. Según el Estudio Multipaís de la OMS sobre la Salud de la Mujer y la Violencia Doméstica, el 11 % de las mujeres dijeron haber sufrido abusos sexuales antes de cumplir los 15 años (OMS, 2005). La característica específica de Tanzania es la falta de definiciones y mediciones uniformes de los abusos en la infancia, algo que reduce la capacidad de las partes implicadas para elaborar políticas bien fundamentadas. La Fundación Oak reveló que también existe la necesidad de ayudar a los niños a desarrollar una visión sana de las relaciones, ya que el 68 % de los y las adolescentes del estudio que hizo consideraban normal que un pariente les pidiera mantener relaciones sexuales a cambio de dinero o regalos (Oak, 2019).

Los huérfanos y niños de la calle corren además un mayor riesgo de ser víctimas de actos de violencia que pueden acarrear problemas de salud emocional, física y reproductiva o carencias nutricionales, habitacionales y educativas. Los niños de la calle son, con diferencia, los que más abusos y violaciones sufren.

Trabajo infantil

Se ha logrado un mínimo avance en cuanto al trabajo infantil en Tanzania, donde casi el 30 % de los niños de 5 a 14 años trabajan y el 94 % de ellos lo hacen en el sector agrícola. Se estima que siguen siendo víctimas del trabajo infantil unos 4,2 millones de niños de 5 a 17 años.

Todo a pesar de que Tanzania adoptó varios planes nacionales para poner fin al trabajo infantil: el Plan de Acción Nacional para la Eliminación de las Peores Formas de Trabajo Infantil de 2009 y la Estrategia Nacional para la Eliminación del Trabajo Infantil para el periodo 2018-2022. Tanzania y el archipiélago semiautónomo de Zanzíbar tienen regulaciones y normativas distintas en materia de trabajo infantil. La legislación tanzana permite trabajar a los niños a partir de los 14 años, lo que no se ajusta al estándar internacional, y el continente no establece sanciones claras por emplear niños en actividades ilícitas ni incluye una lista de trabajos peligrosos para proteger a los menores.

Tanzania es el cuarto mayor productor de oro de África. La industria minera, en especial la del oro, emplea en torno a un 18 % de niños menores de 15 años. En el 98 % de esas explotaciones mineras se utilizan productos químicos muy tóxicos para la extracción del metal precioso y los niños corren el grave peligro de envenenarse con mercurio, que les causa graves problemas neurológicos y de desarrollo.  Los niños trabajan en todas las fases del proceso minero: excavan, perforan, trituran el mineral encontrado y utilizan mercurio para atraer las partículas de oro (HRW, 2013).

Escrito por Margaux Tordoir

Traducido por Eva Milla

Actualizado el 8 de junio de 2020

Referencias:

BERNARD NG’ONDI Naftali, (2012), Socio-demographic and service provision characteristics associated with primary school attendance among the Most Vulnerable Children in Tanzania.

Center for Reproductive Rights (2013), New report: Tanzania forces girls to undergo invasive pregnancy tests, expels pregnant students.

HENLEY R., et als, (2010) A survey of street children in northern Tanzania: How abuse or support factors may influence migration to the street

Human Rights Watch (2013), Tanzania: Hazardous life of child gold miners.

Human Rights Watch (2019), ODHIAMBO A., Victory Against Child Marriage in Tanzania.

ILO, 2018, Child Labour and the youth decent work deficit in Tanzania

MERKET H., (2019), Tanzania: small-scale mining map reveals vast potential and pitfalls, African Arguments,

OAK Foundation, (2019), Policy brief: adolescents’ perceptions of healthy relationships.

OHCHR (2015) Committee on the Rights of the Child Reviews report of Tanzania.

UNICEF (2013) Every Child’s Birth Right: Inequities and Trends in Birth Registration.

Report of Legal and Human Rights Center (2018)

Reuters (2016), KIZITO M., Tanzania launches crackdown on child marriage with 30 years jail terms.

TERWAY A., DOOLEY B., SMILEY A., Most Vulnerable Children in Tanzania, access to education and patterns of non-attendance, FHI 306.

The Guardian (2017), After getting pregnant you are done: no more school for Tanzania’s mums-to-be.

UNICEF (2005), Early Marriage a harmful traditional practice.

UNICEF (2007), Child Marriage and the Law, legislative reform initiative.

UNICEF (2014), Is Tanzania a better place for children?

UNICEF (2018), Global Initiative on Out-of-School Children, Tanzania Country Report.

USAID (2018), Maternaland child heath, Tanzania.

VAGI K., et als, (2016) Sexual violence against Female and Male children in the United Republic of Tanzania, in Violence Against Women, Vol.22, Issue 14, Sage journals.

WHO, Mid-level Health Workers, country case Tanzania.

World Health Organization (2005), Multi-country study on women’s health and domestic violence against women.

WOOD S., (2019), The bureaucracy of birth registration in Tanzania.


[1] Este artículo no pretende en modo alguno dar cuenta de forma íntegra ni representativa de la situación de los derechos del niño en Tanzania. De hecho, uno de los muchos retos es la escasa información actualizada sobre los niños en Tanzania, que en buena parte es poco fiable, no representativa, está obsoleta o sencillamente es inexistente.