Tráfico de novias: el creciente fenómeno del matrimonio forzado y la esclavitud sexual en China

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China ha visto un rápido crecimiento en el tráfico de mujeres jóvenes y niñas con fines de matrimonio y esclavitud sexual. Esta tendencia es principalmente una consecuencia de la política de un solo hijo y la preferencia del país hacia los niños varones, lo cual ha generado un desequilibrio de género significativo (Barr, 2019). Como resultado, los hombres jóvenes están recurriendo a la importación de novias de países fronterizos para saciar sus deseos maritales.

Esta tendencia de demanda no ha pasado desapercibida; recientemente, el gobierno chino lanzó una campaña de un año para disminuir el flujo de novias objeto del tráfico ilegal. Sin embargo, estos esfuerzos solo han revigorizado los clamores por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. 

Definición de tráfico humano y matrimonio temprano y forzado de la infancia

La definición reconocida de tráfico humano está incluida en el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños —el “Protocolo Palermo”. Este protocolo adicional, en vigor desde 2003, suplementa la amplia Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional y define el tráfico humano en base a tres criterios (Protocolo de Palermo, 2003):

  1. Una acción: “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas”.
  2. Un medio: “el uso (o amenaza) de fuerza, coacción, secuestro, fraude o engaño, de abuso de poder o de una posición de vulnerabilidad, o de conceder o recibir pagos o beneficios para lograr el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra”.
  3. Un propósito ilegal: como mínimo “la explotación de la prostitución de otros u otras formas de explotación sexual, el trabajo o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”.

El tráfico humano afecta de manera desproporcionada a mujeres y niñas, particularmente con fines de matrimonio y explotación sexual y de esclavitud. La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) prohíbe el matrimonio infantil y ordena a los Estados a tomar todas las medidas necesarias para definir una edad mínima legal apropiada para el matrimonio de los jóvenes (CEDAW Article 16, 1979).

El contexto chino

Desde 1987 y como resultado de la política de hijo único implementada entre 1979 y 2015, la población de China ha decrecido (Human Rights Watch, 2019). Este descenso ha ido acompañado de un incremento en la brecha de género de la población que, según las investigaciones, se estima en un “déficit” de hasta 40 millones de mujeres en la sociedad debido a la preferencia por los hijos varones (Human Rights Watch, 2019).

Las estimaciones proponen una tendencia tan severa que hasta un cuarto de los hombres chinos treintañeros permanecerán solteros para el año 2030 (Human Rights Watch, 2019). La edad mínima legal de matrimonio en China es de 20 años para las mujeres y 22 para los hombres, pero hay 17 millones más de hombres que de mujeres entre los 20 y los 39 años (Human Rights Watch, 2019).

Este desfase ha desencadenado varias consecuencias. Las mujeres en edad de matrimonio pueden ser más selectivas, llevando a los hombres de áreas más pobres y a menudo rurales del sur del país a encontrar nuevas oportunidades (Chhun & Hoang, 2022). Como se ha visto en otros países de la región, los hombres jóvenes buscan el apoyo de traficantes para importar novias de los estados fronterizos (Bar & Wang, 2022).

Particularmente preocupante es el hecho de que las mujeres pertenecientes a las comunidades más vulnerables son, de manera desproporcionada, el objetivo principal de estas prácticas, con mucha información segmentada acerca del proceso del tráfico, oculta por la estricta represión del periodismo, internet y los medios de China (Barr & Wang, 2022).

A pesar de la escasa información, han empezado a salir a la luz detalles acerca de la naturaleza y la prevalencia del tráfico de novias en China. Varios reportes indican que las mujeres y niñas objeto del tráfico —con fines de matrimonio y esclavitud— son a menudo engañadas con la creencia de que van a ser provistas de trabajo y oportunidades de empleo (Human Rights Watch, 2019).

Las mujeres son captadas en redes de trata por personas que conocen y en quienes confían. Una vez son extraídas de sus países de origen, estas mujeres quedan en situación de vulnerabilidad al carecer de dinero, contar con una importante barrera lingüística y carecer de conocimiento local para informar de sus decisiones. 

Los hombres jóvenes que provocan el fenómeno de la trata están más interesados en tener un bebé con una esposa que en el matrimonio como tal, propiciando que las novias víctimas de la trata sean abandonadas después de dar a luz y maltratadas hasta ese momento (Human Rights Watch, 2019). Hay una gran superposición entre el tráfico con fines de matrimonio y la explotación sexual, poniendo a las mujeres en riesgo de violación, entre otros abusos atroces. 

Objetivos del tráfico: expandir horizontes

La mayoría de las víctimas de la trata de novias en China provienen de comunidades de minorías religiosas, étnicas y pobres, con la excepción de las víctimas de Corea del Norte, que escapan de un gobierno opresivo (Barr, 2019). La baja posición de estas víctimas en sus sociedades hace más fácil que China perciba el problema como de baja prioridad y la tensión diplomática entre China y la región en general provoca que los países colindantes sean reacios a involucrarse (Barr, 2019). 

A pesar de esto, la creciente presencia global de China y el renombre ligado a su iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) ha forzado que el país se enfrente a fuertes críticas por su fracaso en reducir la afluencia del tráfico humano (Barr, 2019). El tráfico de novias de Myanmar a China parece ser el más prevalente, a pesar de la limitada evidencia sobre el tema.

La Comisión de Derechos Humanos de Myanmar estima que más de 200 mujeres fueron víctimas del tráfico hacia China en 2017. Asimismo, estima que unas 100 víctimas regresan a Myanmar desde China cada año, como parte de la asistencia de programas de ayuda de bienestar social (Human Rights Watch, 2019). 

Esto probablemente representa una porción minúscula del volumen total del flujo de tráfico entre estos dos países, considerando la falta de mecanismos de reporte y la naturaleza clandestina de este tipo de crímenes (Human Rights Watch, 2019). Se han relacionado las víctimas con el desplazamiento de más de 100.000 personas causado por el conflicto entre dos grupos rivales —el ejército de independencia Kachin (KIA) y la organización de independencia Kachin (KIO)— que ha incrementado desde el año 2011 (Human Rights Watch, 2019). 

El bloqueo de ayuda humanitaria en distintas regiones afectadas de Myanmar, percibidas como puestos de rebeldes, demuestra las formas en que los países de origen del tráfico pueden ser parte del problema (Human Rights Watch, 2019). En las regiones del norte del país afectadas por el conflicto, las familias reciben solo dos tazas de arroz al día y seis dólares para cubrir otros gastos (Human Rights Watch, 2019).

Estas condiciones, acompañadas por la falta de oportunidades de empleo hacen la situación difícil para las mujeres, quienes a menudo sostienen a sus familias mientras sus esposos participan en los conflictos armados (Human Rights Watch, 2019). Los traficantes sacan provecho de esta desesperación y la ausencia de orden público o apoyo general del gobierno permite que las mujeres sean atraídas con promesas de mayor prosperidad en China (Human Rights Watch, 2019). 

El tráfico de mujeres pobres y vulnerables de Camboya a China como parte de los matrimonios concertados también ha visto un crecimiento desde el año 2016, con un notable pico identificado a inicios de 2020 (Chhun & Hoang, 2022).

Las víctimas son principalmente reclutadas por mujeres de sus mismas comunidades y pueblos de Camboya y son alimentadas con historias de matrimonios arreglados exitosos con hombres chinos, antes de ser subsumidas por las redes del tráfico y sometidas a ambientes remotos y abusivos (Chhun & Hoang, 2022). El Secretario de Estado del Ministerio del Interior de Camboya notó un repunte en el tráfico de mujeres a China durante la pandemia, mientras las fronteras estaban cerradas (Chhun & Hoang, 2022). 

Además del tráfico desde el sudeste asiático, países del centro de Asia como Pakistán están viendo un incremento en el tráfico de mujeres a China, mientras el país establece raíces firmes en el mundo (Barr, 2019). En 2019, algunas fuentes mediáticas destacadas revelaron que las mujeres pakistanís estaban siendo atraídas hacia matrimonios fraudulentos con hombres chinos bajo el amparo del corredor económico China-Pakistán (Afzal, 2022). 

De acuerdo a las investigaciones y teniendo en cuenta los reportes de abuso, embarazo forzado, ofertas financieras lucrativas (circa $5.000) y prostitución, la agencia de investigación federal de Pakistán ha imputado a 52 traficantes chinos (Afzal, 2022). Aunque más de la mitad de los acusados fueron absueltos —y los otros puestos en libertad bajo fianza— los hallazgos globales evidencian los lazos estrechos entre la expansión económica de China y la convergencia criminal. 

Estigmatización contra las sobrevivientes

Además de las deficiencias de los mecanismos y autoridades de protección nacional y regional, los factores socioculturales continúan obstaculizando los esfuerzos para proteger mejor a las mujeres y a las niñas. En Myanmar, la población Kachin, un blanco frecuente de los traficantes, ya es objeto de la discriminación y exclusión nacional (Human Rights Watch, 2019). Si los habitantes de estas áreas están o no directamente asociados con el partido de oposición KIA, esta conexión se presume. 

En los últimos años, algunas de las víctimas del tráfico que pudieron escapar recibieron apoyo de la policía china, pero esta estrategia conllevó riesgo, ya que algunas mujeres fueron encarceladas por violaciones de las leyes de inmigración en vez de ser tratadas como víctimas de un crimen (Human Rights Watch, 2019). A pesar de este trauma, las víctimas retornantes no recibieron apoyo en Myanmar y las pocas instancias de repatriación no llevaron a mejores condiciones de vida (Human Rights Watch, 2019).

Los estigmas y la percepción culturales también jugaron un papel crucial en el deterioro de la relación entre Pakistán e India. Dada la importancia del honor entre los pakistanís, y especialmente en las comunidades pakistanís islámicas, el abuso de los procesos tradicionales de matrimonios arreglados ofendió profundamente a la jerarquía del país (Afzal, 2022).

El consentimiento familiar fue usado para facilitar el abuso, la violencia sexual, la prostitución y otras atrocidades que rodean al matrimonio forzado (Afzal, 2022). La población del país percibió esto como una gran falla por parte del gobierno en la protección del honor de las mujeres, llevando a los actores chinos a buscar blancos en las comunidades cristianas marginalizadas de la mayoría nacional (Afzal, 2022).

Formas de avanzar

La interseccionalidad del problema del tráfico de novias en China requiere una respuesta multidimensional, sobre todo porque los daños se expanden más allá del territorio chino. El tráfico de novias es un resultado de la desigualdad de género y un tipo de crimen que impide el “desarrollo y avance pleno” de las mujeres y las niñas, así como de sus libertades fundamentales. 

China ha empezado a dar pasos para impedir el tráfico: en el año 2018, el país anunció haber rescatado a más de 1.000 víctimas del sudeste asiático y arrestado a más de 1.300 sospechosos, de los cuales 262 eran extranjeros (Barr, 2019). Mucho de este éxito surgió a partir de la colaboración con autoridades extranjeras, aludiendo a la necesidad desesperada de una colaboración transnacional. Los consiguientes pasos necesarios se pueden desglosar atendiendo a los actores implicados:

China debería:

  • Aprovechar esta ola de presión para mejorar la implementación de los acuerdos internacionales y movilizar agentes legales para rastrear, monitorear y actuar en incidentes de la trata de novias (Human Rights Watch, 2019);
  • Abstenerse de producir masivamente propaganda inflando el éxito del país;
  • Enmarcar correctamente el tráfico de novias como un síntoma de una desigualdad de género generalizada y trabajar para integrar una política inclusiva por todo el territorio nacional; 
  • Facilitar el salvo retorno de las víctimas, en lugar de criminalizar sus experiencias como una violación de las leyes de inmigración (Human Rights Watch, 2019);
  • Crear y mantener vías seguras para los migrantes auténticos que buscan entrar en China con fines laborales (Human Rights Watch, 2019).

Los países de origen deberían:

  • Establecer colaboraciones más estrechas de los sectores públicos y privados con China para permitir la creación de una mejor inteligencia acerca del flujo del tráfico y notificar intervenciones conjuntas apropiadas;
  • Lanzar campañas de concienciación públicas para desmitificar el atractivo de viajar a China en busca de mayor prosperidad y resaltar las áreas de alto riesgo;
  • Apoyar y facilitar un salvo retorno de las víctimas de la trata y proveer oportunidades de sustento adecuadas para ellas y para potenciales víctimas, para permitir una estabilidad económica (Human Rights Watch, 2019).

Los donantes internacionales y las organizaciones filantrópicas deberían:

  • Proveer servicios neutrales para las víctimas del tráfico e instar a China y a sus asociados a hacer más para combatir el tráfico de novias (Human Rights Watch, 2019).

Actualmente, se hace muy poco para disuadir a los traficantes de lucrarse de la vulnerabilidad regional e igualmente se ofrecen pocas razones para que las víctimas del tráfico se resistan a la atracción de las arriesgadas promesas. 

Humanium, como actor internacional, condena firmemente el tráfico sexual y cualquier otra violación de los derechos de los niños y su dignidad y aboga por concienciar sobre este tema para prevenir reiteraciones. Estamos trabajando para crear un mundo en el cual los niños y las niñas puedan gozar de todos sus derechos a través de la concienciación de estos problemas y trabajando con ONG locales para crear cambio. Si quiere contribuir con nuestra causa, considere hacer un donativo, ser voluntario o convertirse en socio

Escrito por Vanessa Cezarita Cordeiro

Traducido por Juliana Parra Soacha 

Revisado por Inés Mª Campillo Pazos

Referencias:

Afzal, M. (2022, March). “Bride trafficking along the China-Pakistan economic corridor.” Retrieved from Brookings Institution Foreign Policy, accessed 28 September 2022. 

Barr, H., & Wang, Y. (2022, June 7). “Chained women has become the face of bride trafficking in China.” Retrieved from Human Rights Watch, accessed 27 September 2022. 

Barr, H. (2019, October 31). “China’s bride trafficking problem.” Retrieved from Human Rights Watch, accessed 27 September 2022. 

Chhun, V., Bird, L., & Hoang, T. (2022, May). “Cambodia’s trafficked brides, The escalating phenomenon of forced marriage in China.” Retrieved from Global Initiative Against Transnational Organized Crime, accessed 29 September 2022.

Human Rights Watch. (2019, March 21). “Give us a baby and we’ll let you go. Trafficking of Kachin ‘brides’ from Myanmar to China.” Retrieved from Human Rights Watch, accessed 27 September 2022. 

Human Rights Watch. (2019, March 21). “Myanmar: Women, girls trafficked as ‘brides’ to China.” Retrieved from Human Rights Watch, accessed 27 September 2022.