La tendencia «Sephora Kids», en la que los niños, especialmente los preadolescentes y adolescentes, utilizan cada vez más productos de maquillaje y cuidado de la piel comercializados por tiendas de productos de belleza, presenta varios riesgos, no solo para la salud física de los niños, sino también para su salud mental. Si bien estos productos pueden favorecer la expresión personal y las rutinas de cuidado personal, su seguridad y eficacia para los usuarios jóvenes no han sido plenamente verificadas. Las empresas y los padres deben realizar más esfuerzos para garantizar la promoción de su salud y bienestar.
Entender el fenómeno de los «Sephora kids»
Se les conoce como los « Sephora kids» y es la última tendencia que está ganando popularidad tanto en espacios en línea como fuera de ella entre los adolescentes de todo el mundo, con algunos niños que comienzan a partir de tan solo los ocho años. La tendencia está impulsada por el contenido sobre el cuidado de la piel que producen los influencers de belleza, muchos de los cuales son preadolescentes y adolescentes.
Estas mismas publicaciones en redes sociales, muchas de las cuales se han vuelto virales, señalan que la generación Alpha (los nacidos entre 2010 y mediados de la década de 2020) está comprando productos que contienen ingredientes como retinol, ácidos exfoliantes agresivos o costosas cremas hidratantes, tónicos y sérums diseñados para minimizar los efectos del envejecimiento (Taylor, 2024).
Este nuevo fenómeno se aprovecha de las vulnerabilidades de los preadolescentes, que luchan por construir su identidad en una etapa de grandes cambios físicos y mentales. A través de las redes sociales también se moldean sus comportamientos y hábitos, dejando marcas visibles en su piel y efectos más sutiles y duraderos en cómo se perciben a sí mismos.
Los riesgos ocultos de los cosméticos para la salud de la piel
Los expertos en el cuidado de la piel valoran positivamente el hecho de que niños de tan solo ocho años muestren un interés cada vez mayor por cuidar su piel. Al mismo tiempo, les preocupa que estos jóvenes consumidores puedan estar haciéndolo de forma arriesgada, pasando por alto los posibles efectos negativos de los productos cosméticos.
El uso indebido de estos productos se debe al hecho de que los adolescentes no suelen consultar a un dermatólogo, sino que confían en las redes sociales para buscar orientación. Como resultado, terminan utilizando cosméticos pensados para pieles adultas, lo que les causa daños innecesarios, como erupciones, enrojecimiento, irritación, reacciones alérgicas, dermatitis, mayor sensibilidad al sol e incluso quemaduras en la piel (Bolen, 2025).
«Es sorprendente la cantidad de adolescentes que han introducido numerosos productos en sus rutinas diarias… Llegan con dermatitis irritativa causada por altas concentraciones de ingredientes activos, como retinol o alfahidroxiácidos, que no saben cómo usar, o por un exceso de productos comedogénicos y maquillaje. Esto empeora su acné».
—Elia Roó, dermatóloga, Academia Española de Dermatología y Venereología (Bisbal Delgado, 2024)
Según el primer estudio revisado por expertos sobre este fenómeno, publicado por la Universidad Northwestern, las rutinas de cuidado de la piel publicadas por adolescentes y preadolescentes en TikTok contenían una media de 11 ingredientes activos potencialmente irritantes por rutina, lo que suponía un riesgo de provocar reacciones agudas y desencadenar alergias de por vida (Marriott, 2025).
Sin embargo, cabe señalar que muchos de los ingredientes comunes en los productos cosmecéuticos han sido objeto de estudios muy limitados en poblaciones pediátricas, y gran parte de los datos sobre las declaraciones de eficacia y los riesgos de estos productos deben inferirse a partir de estudios en pacientes adultos (Goff y Stein, 2025).
Cómo la cultura digital moldea los hábitos de belleza de los niños
Las marcas se dirigen a los preadolescentes de múltiples maneras. En particular, se ha producido una proliferación del marketing en redes sociales dirigido a los consumidores jóvenes. Esto incluye observar cómo un número cada vez mayor de preadolescentes, a menudo «influencers del cuidado de la piel», muestran a sus seguidores cómo utilizar dichos productos. Esto ocurre en un momento en el que los preadolescentes pasan cada vez más tiempo en las redes sociales, como consecuencia del confinamiento durante la pandemia (Taylor, 2024).
Los preadolescentes se encuentran entre los mayores consumidores de algunas plataformas de redes sociales. Todo ese tiempo que pasan en las redes sociales expone a estos jóvenes usuarios a influencers a los que las marcas pagan para que usen y promocionen productos de belleza y cuidado de la piel. Los algoritmos cada vez más sofisticados también contribuyen a esta exposición, ofreciendo a los usuarios recomendaciones sobre consejos de belleza e influencers tras solo unas pocas búsquedas sobre el tema (Taylor, 2024).
La avalancha de influencers pagados que hablan de «mi bálsamo labial para la vuelta al cole» y publican vídeos del tipo «arréglate conmigo» anima a los niños a imitar su comportamiento como una «maneras de desarrollo adecuadas para encajar». Según la Dra. Meghan Owenz, profesora clínica asociada de la Universidad Internacional de Florida y terapeuta especializada en crianza y ansiedad, el modelo que se promueve a través de las redes sociales es inalcanzable para los niños, ya sea desde el punto de vista económico, físico o de cualquier otro tipo (Marriott, 2025).
La cosmeticorexia y su impacto en la salud mental de las jóvenes
La adolescencia es una etapa de profundos cambios y retos, durante la cual el cuerpo y la mente experimentan una transformación significativa. Este periodo determina cómo una persona percibe e interactúa con el mundo como adulto. Para los adolescentes, es importante contar con los recursos, la orientación y los conocimientos necesarios para tomar las decisiones correctas.
En un mundo digital, los preadolescentes y adolescentes también pueden ser influenciados por lo que ven que otros adolescentes hacen en Internet. Esta es una de las razones por las que los adolescentes recomiendan cosméticos, cremas y maquillaje a un público de niñas de tan solo 10 años, especialmente en TikTok. Esta situación ha creado un nuevo trastorno de salud mental en las adolescentes: la «cosmeticorexia». Se define como el interés excesivo por el uso de cosméticos y productos para el cuidado facial, que a menudo son perjudiciales para la piel joven (Bisbal Delgado, 2024).
Los niños están experimentando una enorme presión sin disponer de las herramientas o protecciones necesarias para afrontarla de forma saludable. Esta situación se vuelve aún más preocupante cuando los propios adolescentes se convierten en influencers, especialmente cuando consiguen un gran número de seguidores en sus redes. Se encuentran atrapados en un mundo virtual, donde pierden no solo su infancia, sino también el control sobre sí mismos.

Estas situaciones son el inicio de problemas de ansiedad, que podrían derivar en otros problemas adicionales, como posibles trastornos alimenticios o incluso absentismo escolar, ya que las niñas y adolescentes priorizan la realización de sus vídeos por encima de cualquier otra actividad académica o familiar (Bisbal Delgado, 2024).
Cómo se dirigen las empresas a los consumidores más jóvenes
Las empresas se están adaptando a un nuevo segmento de mercado desarrollando productos dirigidos no solo a preadolescentes, sino también a niños aún más pequeños. Por ejemplo, algunas marcas han lanzado productos de maquillaje y cuidado de la piel para clientes mayores de 3 años, otras se han posicionado como la «nueva escuela del cuidado de la piel» ofreciendo productos para el acné y la textura de la piel, mientras que otras han introducido líneas diseñadas para preadolescentes y adolescentes, pero que pueden ser utilizadas por niños de tan solo 8 años (Taylor, 2024).
Y no solo las tiendas que se dedican exclusivamente a la venta de productos cosméticos están adaptándose. Los principales minoristas estadounidenses han rediseñado sus espacios en los últimos años para situar los productos de belleza en el centro de la vida de los niños.
Entre ellos se incluyen los cosméticos que se comercializan activamente entre los niños mediante colaboraciones entre las marcas y libros o programas de televisión muy populares. A menudo, estos establecimientos generales de farmacia son el lugar donde los niños tienen sus primeras experiencias de compra con sus padres, mucho antes de tener la edad suficiente para visitar Sephora por su cuenta (Taylor, 2024).
Las empresas también están adaptando su comunicación. Algunas marcas también han creado una sección de preguntas frecuentes en línea dirigida a los clientes más jóvenes en la que se pregunta: «¿Pueden utilizar el producto los niños?». La respuesta comienza así: «Sí, sin embargo, no todos los productos de nuestra línea son aptos para los fans más jóvenes, menores de 12 años. En general, no recomendamos el uso de productos que contengan altas concentraciones de ingredientes activos, que tratan problemas que no se presentan a esa edad», y continúa instando a la supervisión de los padres (Kavilanz, 2024).
Cuando las ganancias económicas se obtienen a costa de los consumidores jóvenes
Muchas empresas del sector de la belleza y el cuidado de la piel se dirigen a clientes cada vez más jóvenes y, como resultado, están obteniendo enormes ventas. Los datos de Statista muestran que se espera que el mercado de productos para el cuidado de la piel de bebés y niños registre una tasa de crecimiento anual de alrededor del 7,71 % hasta 2028, alcanzando un volumen de mercado de 380 millones de dólares (299 millones de libras esterlinas) en todo el mundo. Por otra parte, se espera que el número de usuarios de estos productos alcance los 160,7 millones en todo el mundo para ese mismo año (Taylor, 2024).
Las empresas también están ganando dinero con las compras en línea. Por ejemplo, el precio de las acciones de una marca de cosméticos con sede en California se ha disparado un 203 % durante 2023, y ese aumento vertiginoso es consecuencia directa del enorme crecimiento de sus ventas, gracias a su posicionamiento como proveedor de «cosméticos asequibles». Toda su estrategia de marketing está dirigida a ese grupo demográfico preadolescente (Taylor, 2024).
Los datos de compra basados en recibos revelaron que el gasto en productos de belleza de mayor precio (incluido el cuidado de la piel) entre los hogares con ingresos más altos (por encima de 100 000 dólares) creció un 16 % en los hogares con hijos menores de 18 años, un aumento significativamente superior al 6 % registrado en los hogares sin hijos (Kavilanz, 2024).
Por lo tanto, las empresas no solo se están beneficiando de los niños, sino que también se están aprovechando de sus vulnerabilidades, generando riqueza sin tomar las medidas adecuadas para protegerlos y sin proporcionar información clara sobre los riesgos del uso de productos que no están pensados para preadolescentes y adolescentes. Si bien es normal que las empresas busquen crecer abriéndose a nuevos segmentos de mercado, incluidos los consumidores más jóvenes, estas nuevas oportunidades para las empresas no deben ir a expensas de la salud física y mental de los consumidores jóvenes.
Soluciones y recomendaciones para proteger a los consumidores jóvenes
Para abordar la tendencia «Sephora Kids» y garantizar que los preadolescentes y adolescentes reciban apoyo y protección como consumidores, es esencial adoptar un enfoque integral que reconozca el papel de cada parte de la sociedad en la protección de los niños.
Las empresas de belleza
En muchos países, las etiquetas de los productos cosméticos suelen incluir largas listas de ingredientes y solo advertencias mínimas sobre seguridad, y por lo general no existe ningún requisito de incluir advertencias específicas para ciertas edades ni orientaciones claras para los usuarios jóvenes. Incluso cuando hay advertencias, suelen estar dirigidas a adultos y no señalan claramente los riesgos específicos que suponen los ingredientes activos fuertes para los niños y adolescentes.
Una posible solución podría ser la introducción de una legislación que prohíba la venta de productos que contengan ingredientes como el retinol o el ácido glicólico a menores de 18 años. Estas medidas garantizarían que las empresas asuman la responsabilidad de la seguridad de los consumidores jóvenes.
Los padres
Limitar el uso de la tecnología, fomentar una imagen propia saludable, disuadir a los niños de intentar pertenecer prematuramente al mundo adulto, educarlos en materia de competencia mediática y promover actividades de ocio que no impliquen pasar tiempo frente a una pantalla son estrategias que los padres pueden emplear para prevenir la «cosmeticorexia». Los padres también pueden valorar consultar a psicólogos profesionales para ayudar a sus hijos a aprender a apreciarse tal y como son, reducir su dependencia de la validación de las redes sociales y cultivar el sentido del humor, la inteligencia y unas relaciones familiares y sociales sólidas.
La sociedad en general
Los estándares de belleza evolucionan con el tiempo y varían según el contexto cultural y geográfico. Desarrollar una conciencia crítica sobre las tendencias emergentes y promover una percepción positiva de nuestro propio cuerpo, sin depender excesivamente de los productos cosméticos, contribuye a crear una narrativa social más saludable en torno a la belleza. Esta perspectiva crítica puede fomentarse mediante una selección y un debate cuidadosos del contenido de las redes sociales, así como a través de conversaciones con compañeros y familiares.

En este sentido, Humanium está a la vanguardia en la promoción de un enfoque reflexivo destinado a analizar las oportunidades y los retos que afectan a los niños de todo el mundo y contribuye a recopilar las mejores prácticas para responder mejor a este contexto en constante evolución. Si quieres contribuir a nuestra causa, te invitamos a hacer una donación, ofrecerte como voluntario o hacerte miembro.
Escrito por Arianna Braga
Traducido por Kelly Bermúdez
Revisado por Nieves Carazo
Referencias:
Bisbal Delgado, C. (2024). How to prevent cosmetic addiction in minors: limit the use of technology and build up their self-esteem. Retrieved from El País at https://english.elpais.com/lifestyle/2024-09-08/how-to-prevent-cosmetic-addiction-in-minors-limit-the-use-of-technology-and-build-up-their-self-esteem.html, accessed on 9 November 2025.
Bolen, R. et al. (2025). Dermatological Safety of Cosmetic Products Marketed to Children: Insights on the Sephora Kids Phenomenon. Journal of drugs in dermatology: JDD, 24(9), 949–951. Retrieved from the National Library of Medicine at https://doi.org/10.36849/jdd.8800, accessed on 9 November 2025.
Goff, G. K., & Stein, S. L. (2025). Cosmeceuticals in the Pediatric Population Part I: A Review of Risks and Available Evidence. Pediatric Dermatology, 42(2), 221-227. Retrieved from Wiley Online Library at https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/pde.15866, accessed on 9 November 2025.
Kavilanz, P. (2024). The ‘Sephora Kid’ trend shows tweens are psyched about skincare — but their overzealous approach is raising concerns. Retrieved from CNN Business at https://edition.cnn.com/2024/03/12/business/sephora-kid-tweens-skincare-obsession, accessed on 9 November 2025.
Marriott, H. (2025). Sephora workers on the rise of chaotic child shoppers: ‘She looked 10 years old and her skin was burning’. Retrieved The Guardian at https://www.theguardian.com/society/2025/sep/17/sephora-workers-child-skin-care, accessed on 9 November 2025.
Taylor, M. (2024). ‘Sephora kids’ and the booming business of beauty products for children. Retrieved from the BBC at https://www.bbc.com/worklife/article/20240119-sephora-kids-and-the-booming-business-of-beauty-products-for-children, accessed on 9 November 2025.


