Niños de todo el mundo son separados de sus familias y enviados a centros de cuidado alternativos como consecuencia de diversas situaciones que los desestabilizan y perturban. Ante esta situación, y de acuerdo con las directrices y normativas internacionales, las instituciones nacionales han establecido distintas estructuras formales e informales para hacerse cargo de estos niños.

Entender en qué consiste el acogimiento de menores
El acogimiento de menores es un acuerdo formal de cuidado alternativo por el cual una autoridad responsable ubica a los niños en el entorno doméstico de una familia que no es la suya. Se identifica, investiga y aprueba a la familia «de acogida» designada como responsable del cuidado del niño durante un periodo determinado.
El acogimiento infantil se distingue de la adopción formal por no ser permanente, ya que la responsabilidad legal del bienestar del niño sigue recayendo, al menos parcialmente, en la autoridad local que facilitó el acuerdo de acogimiento (UNICEF, 2022).
Principios rectores del cuidado alternativo
El acogimiento de menores es una de las modalidades de una categoría más amplia de mecanismos de apoyo para el cuidado alternativo. Como tal, la implementación de los acuerdos de acogimiento está sujeta a las mismas infraestructuras y directrices de supervisión que otras vías de cuidado alternativo. Las Directrices de las Naciones Unidas (ONU) sobre las modalidades alternativas de cuidado de los niños proporcionan un marco para garantizar que los niños que han sido privados del cuidado parental temporal o permanentemente reciban un cuidado adecuado y protector.
Este cuidado se proporciona en un entorno familiar o residencial ajeno al núcleo familiar del niño. El objetivo de las directrices es promover la protección y el bienestar de los niños que requieren cuidados alternativos estableciendo normativas y principios claros para los Estados y las organizaciones implicadas en el bienestar infantil.
Las Directrices de las Naciones Unidas sobre las modalidades alternativas de cuidado de los niños hacen hincapié en los siguientes principios fundamentales (Asamblea General de la ONU, 2010):
- Principio de necesidad: garantizar que solo se recurra al cuidado alternativo cuando sea necesario y después de haber realizado y agotado todos los esfuerzos para evitar la separación de los niños de sus padres biológicos.
- Principio de idoneidad: garantizar que el tipo y la calidad del cuidado alternativo proporcionado se ajusten a las necesidades individuales y al interés superior del niño.
- Cuidado familiar: dar prioridad a las opciones de cuidado familiar, como el cuidado por parte de parientes (a cargo de familiares o amigos cercanos de la familia del niño), los hogares de acogida o la adopción, frente al cuidado institucionalizado o residencial.
- Apoyo a las familias: proporcionar un apoyo adecuado a las familias para evitar la necesidad de cuidados alternativos y reintegrar a los niños con sus familias siempre que sea posible. Las condiciones debidas únicamente a la pobreza nunca deben ser motivo para retirar a un niño del cuidado parental, asignarle un cuidado alternativo ni impedir que regrese con sus padres biológicos. Por el contrario, la pobreza debe reconocerse como un indicio de que la familia necesita un apoyo adecuado.
- Interés superior del niño: garantizar que todas las decisiones y acciones relativas al cuidado alternativo den prioridad a los derechos y al interés superior del niño, incluido el derecho a participar en las decisiones que afectan a su vida, en consonancia con el artículo 12 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
- Protección contra el abuso y la explotación: garantizar que los niños bajo cuidado alternativo estén protegidos contra toda forma de abuso, abandono y explotación.
- Carácter temporal: entender que las disposiciones de cuidado alternativo deben ser temporales y orientarse a encontrar soluciones permanentes para el niño, como la reunificación con su familia biológica o la adopción.
- Consideraciones culturales y sociales: respetar todas las modalidades de cuidado alternativo en relación con el contexto cultural, religioso y social del niño, con el fin de garantizar que estos aspectos se tengan en cuenta en sus lugares de acogida.
Razones por las que los niños necesitan un hogar de acogida
Hay varias razones por las que los niños necesitan vivir en hogares de acogida. A menudo, estas razones están relacionadas con la seguridad, el bienestar y el interés superior del niño. Algunas de las principales razones que determinan los acuerdos de acogimiento son:
Abandono
Existen muchos tipos diferentes de abandono que dan lugar a enviar a un niño a un hogar de acogida. Algunos de ellos son: abandono emocional, abandono médico y abandono crónico.
El abandono emocional se da cuando el progenitor o cuidador no proporciona apoyo emocional, atención y afecto al niño. El abandono médico se produce cuando un progenitor o cuidador no proporciona la atención médica ni los tratamientos que requiere la salud del niño, exponiéndolo al riesgo de sufrir enfermedades o dolores graves. Finalmente, el abandono crónico ocurre cuando no se satisfacen las necesidades básicas de un niño, como la alimentación, el agua potable, la vivienda, la atención médica y la educación (Foster Care, 2024).
Abuso

Existen muchas clases diferentes de abuso infantil doméstico que pueden provocar que un niño sea enviado a un hogar de acogida, entre las que se incluyen: abuso emocional, abuso físico y abuso sexual. Al igual que el abandono emocional, el abuso emocional puede ser difícil de comprobar. Incluye gritar, menospreciar, intimidar o hacer que un niño se sienta inseguro, entre otras formas de agresión no física.
El abuso físico es una de las formas más comunes de abuso que pueden hacer que un niño sea trasladado a un hogar de acogida. Consiste en la lesión física de un niño mediante golpes, palizas, sacudidas, quemaduras, mordiscos o cualquier otra forma de fuerza física ejercida por alguien en contacto cercano con el niño.
El abuso sexual consiste en la participación en actos sexuales para la complacencia del agresor. Esto incluye violación, abuso sexual, prostitución o pornografía, exposición indecente o tocamientos inapropiados, entre otros delitos (Foster Care, 2024). La exposición al abuso doméstico puede suponer importantes riesgos mentales y físicos para los niños, lo que hace necesario apartarlos de ese entorno (Foster Care, 2024).
Abuso de sustancias por parte de los padres
Los padres que enfrentan problemas de alcoholismo o drogodependencia pueden ser incapaces de proporcionar un entorno seguro y estable a sus hijos (Foster Care, 2024).
Salud mental
Los padres que luchan contra problemas de salud mental pueden tener limitaciones de juicio que les impidan cuidar adecuadamente de sus hijos (Foster Care, 2024).
Abandono o ausencia de los padres
Los niños abandonados por sus padres de facto necesitan nuevo apoyo y supervisión. Las autoridades competentes pueden proporcionar a estos niños un hogar de acogida cuando esta opción responda a su interés superior y se esté a la espera de una decisión concreta sobre sus programas de cuidado a largo plazo.
Del mismo modo, en situaciones en las que uno de los padres no pueda cuidar de su hijo debido a un desplazamiento, un traslado laboral u otras cuestiones temporales que le hagan estar ausente de la vida de su hijo, las autoridades competentes pueden garantizar que se encuentre un hogar de acogida apropiado durante un periodo temporal (Foster Care, 2024).
Privación de libertad de los padres
Si los padres han sido privados de libertad y no hay familiares aptos para que el niño viva con ellos, se le buscará un hogar de acogida adecuado (Foster Care, 2024).
Enfermedad grave o fallecimiento de los padres
Cuando los padres no pueden cuidar de sus hijos debido a una enfermedad grave o a una hospitalización, puede ser necesario recurrir a un hogar de acogida para proporcionarles apoyo inmediato (Foster Care, 2024).
Niños no acompañados solicitantes de asilo
El acogimiento de menores no acompañados se refiere a la reubicación de niños que llegan a un país sin sus padres o tutores legales en un entorno de cuidado familiar temporal. Estos menores suelen ser refugiados, solicitantes de asilo o migrantes que han huido de sus países de origen debido a guerras, persecuciones, violencia sexual o física, tortura, catástrofes naturales u otras crisis.
La mayoría de los niños solicitantes de asilo proceden de países que han sufrido disturbios o conflictos civiles generalizados. En años recientes se incluyen países como: Libia, Etiopía, Eritrea, Siria, Sudán, Somalia, Vietnam, Albania, Afganistán, Irán e Irak (FosterTalk, s.f).
Problemas de conducta
También conocido como acogimiento «voluntario», se produce principalmente cuando uno de los padres no puede o no quiere seguir cuidando de su hijo. Las razones pueden ir desde niños que se han escapado de casa hasta el absentismo escolar o la delincuencia juvenil (Foster Care, 2024).
Tipos de acogimiento
Hay varios tipos de acogimiento que garantizan que se satisfagan las necesidades de un niño o grupo de niños.
Acogimiento de corta duración
El acogimiento de corta duración, también conocido como acogimiento temporal, consiste en ubicar a un niño en una familia de acogida durante un periodo determinado, que puede oscilar entre unos pocos días y un máximo de dos años, antes de devolverlo a su familia biológica o a un hogar de acogida más adecuado y de larga duración.
Durante el periodo de acogimiento, las autoridades competentes determinan qué tipo de modalidad de acogimiento sería la más adecuada para el interés superior del niño y si es conveniente que regrese a su familia biológica, a un centro de acogida de larga duración o a una familia adoptiva potencial (Barnardo’s, 2024).
Hay varias razones por las que los niños necesitan estancias de corta duración en hogares de acogida. Por ejemplo, estar a la espera de una decisión sobre un acogimiento de larga duración o sobre si es pertinente volver con sus padres biológicos, procedimientos judiciales, cuestiones relacionadas con la protección, el abuso o la negligencia infantil, y decisiones y evaluaciones complicadas sobre sus programas de cuidado, entre otras (Barnardo’s, 2024).
Acogimiento de larga duración
El acogimiento de larga duración, también conocido como acogimiento permanente, consiste en el que el niño permanezca bajo el cuidado de la familia de acogida hasta que llegue a la edad adulta, porque no puede volver con su familia biológica y la adopción no es posible. Inicialmente, la mayoría de los niños necesitados ingresan en centros de acogida de corta duración mientras se toman decisiones sobre su futuro.
Si un juez determina que no pueden volver con sus padres biológicos, se les traslada a un hogar de acogida de larga duración. Los padres de acogida no tienen plena responsabilidad legal sobre el niño y, por lo tanto, la responsabilidad recae en la autoridad local competente (Barnardo’s, 2024).
Los hogares de acogida de larga duración tienen varias ventajas destacables para los niños. En especial, proporcionan a los niños un entorno sólido y estable, y un sentido de permanencia a medida se hacen mayores (Barnardo’s, 2024).
Acogimiento de emergencia
El acogimiento de emergencia consiste en alojar a un niño en situación de peligro inminente en un hogar temporal, a menudo con muy poca antelación. En circunstancias tan urgentes, la seguridad del niño es la prioridad y normalmente no hay tiempo para presentaciones entre el niño y la familia de acogida.
Hay varias razones por las que un niño puede necesitar un acogimiento de emergencia, entre ellas: estar expuesto o ser víctima de violencia, abusos o abandono, estar en riesgo de sufrir un accidente grave, problemas legales que involucren a los cuerpos de policía, o que uno de los padres o tutores tenga problemas de salud, adicciones o que haya fallecido (National Fostering Group, 2024).
Acogimiento provisional
El acogimiento provisional es un acogimiento temporal que proporciona un descanso de corta duración a los padres de acogida principales o a las familias biológicas. Este tipo de acogimiento puede durar unas horas o unos días y está pensado para proporcionar a los padres de acogida principales o a las familias biológicas un descanso de sus responsabilidades como cuidadores o tiempo para atender asuntos personales.
Este tipo de estancia suele tener lugar durante las vacaciones escolares o los fines de semana. Durante estos períodos, se da prioridad a la seguridad y a las necesidades del niño (Barnardo’s, 2024).
Acogimiento preventivo
El acogimiento preventivo es un acogimiento relacionado con la justicia y que se proporciona a los menores que están a la espera de una cita ante el tribunal por un presunto delito. Este tipo de acogimiento proporciona un entorno familiar estructurado y de apoyo como alternativa a permanecer bajo custodia o en un centro de detención juvenil.
Los niños que ingresan en centros de acogida preventiva pueden estar sujetos a estrictas condiciones de libertad bajo fianza y deben asistir a citas con el tribunal, así como a reuniones con las autoridades competentes que les prestan apoyo. El acogimiento preventivo proporciona a los niños estabilidad y apoyo para superar sus procesos judiciales (National Fostering Group, 2024).
Vivienda subvencionada
La vivienda subvencionada es un tipo de estancia en un hogar de acogida para jóvenes de edades entre los 16 y los 21 años que salen de un hogar de acogida tradicional o que corren el riesgo de quedarse sin hogar, para vivir con una familia o una persona de acogida.
La vivienda subvencionada ofrece a los jóvenes un entorno de vida semiindependiente en el que se les orienta sobre cómo hacer un presupuesto, cocinar, encontrar empleo u oportunidades educativas para que estén preparados para vivir de manera independiente (Barnardo’s, 2024).
Acogimiento con fines de adopción
El acogimiento con fines de adopción es un tipo de asignación en el que los potenciales padres adoptivos acogen a un niño con la intención de adoptarlo, siempre y cuando el niño esté legalmente disponible para la adopción. Durante este acogimiento, el niño vive con los padres de acogida mientras el trabajador social completa las evaluaciones y hace recomendaciones al tribunal sobre el futuro del niño.
Esta asignación tiene como finalidad reducir al mínimo el número de reubicaciones que experimenta un niño, permitiéndole permanecer con sus padres de acogida durante todo el proceso judicial. Si la reunificación con la familia biológica no es posible, los padres de acogida tienen la oportunidad de adoptar al niño (Barnardo’s, 2024).
Acogimiento de niños no acompañados solicitantes de asilo y niños refugiados
El acogimiento de menores no acompañados solicitantes de asilo busca proporcionar un entorno familiar enriquecedor y de apoyo para los niños vulnerables.
Los aspectos clave de este tipo de acogimiento incluyen la sensibilidad cultural, los esfuerzos de reunificación, el apoyo a la integración, la protección jurídica, la atención médica y la educación, la seguridad y la estabilidad (FosterTalk, s.f).
Prevención del ingreso de niños en el sistema de acogimiento familiar
Las Directrices de la ONU sobre las modalidades alternativas de cuidado de los niños hacen hincapié en que el sistema de acogimiento debe considerarse el último recurso. Las Directrices detallan varias áreas de intervención previa que abordan los factores socioeconómicos, psicológicos y estructurales para ayudar a las familias y comunidades a garantizar un entorno seguro y favorable para el desarrollo de los niños. Entre ellas se incluyen:
Esfuerzos para fomentar el cuidado por parte de los padres
En primer lugar, los Estados deben hacer todo lo posible para garantizar que los niños puedan permanecer al cuidado de sus padres. Esto incluye implementar medidas para:
- Ayudar a las familias mediante, por ejemplo, cursos de formación para padres y grupos de apoyo, grupos de resolución de conflictos entre padres e hijos y grupos de apoyo para el empleo, cuyo objetivo colectivo es garantizar que los padres dispongan de los medios y los conocimientos necesarios para cuidar de sus hijos (Action for Children, s.f.).
- Prestar servicios sociales, como los destinados a aliviar la carga de los padres (guarderías, ayudas económicas y de vivienda, tratamiento de problemas de salud mental y drogodependencia) y los destinados a ayudar directamente a los niños (por ejemplo, servicios para niños discapacitados y de rehabilitación para víctimas de abusos).
- Establecer políticas de juventud cuyo objetivo sea apoyar a los niños en su desarrollo fuera de casa, lo que a su vez afecta a sus experiencias en el hogar.
Esfuerzos para fortalecer las comunidades
Los Estados deben garantizar, además, la existencia de programas de prevención basados y dirigidos por la comunidad para garantizar que las comunidades tengan una oportunidad para brindar apoyo a los niños en situación de riesgo. La ventaja de las intervenciones comunitarias frente a las estatales radica en que los niños reciben apoyo en un entorno que conocen bien, lo que evita los trastornos y daños asociados a la separación de su entorno familiar. Estas intervenciones pueden incluir:
- Programas de visitas domiciliarias para orientar a los padres y abordar posibles problemas y vulnerabilidades antes de que sucedan (What Works for Children’s Social Care, s.f.).
- Redes comunitarias de apoyo: las redes y grupos comunitarios pueden permitir que diversas partes interesadas apoyen a los padres en el cuidado de sus hijos. Estos grupos permiten a los padres recibir apoyo de personas de confianza en entornos familiares, a menudo con menos juicios y más comprensión.
Esfuerzos para garantizar una legislación y una política adecuadas
Los Estados también deben trabajar para garantizar que la legislación y las políticas sean actuales, culturalmente sensibles y acordes con las directrices internacionales. En Rumanía se ha respaldado el desarrollo de una legislación para prevenir la separación de las familias, citando la importancia de las estrategias integradas para combinar los servicios de apoyo a los padres con los servicios sociales esenciales (UNICEF, 2023).
Además de las directrices internacionales formales, la comunidad de organizaciones no gubernamentales ha realizado importantes esfuerzos para desarrollar unas orientaciones transversales sobre la aplicación de los principios de separación familiar. En 2022 se publicó una nota orientativa clave en la que se hacía hincapié en la necesidad de (The Alliance, 2023):
- Comprender las medidas de prevención en tres niveles: primario, para abordar las causas subyacentes antes de los abusos; secundario, para responder a riesgos específicos; y terciario, para mitigar proactivamente los impactos más prolongados del daño.
- Garantizar un marco coherente para la prevención del cuidado alternativo que permita acciones específicas para cada contexto, la supervisión continua del bienestar infantil, la apropiación por parte de la comunidad y una política con el niño como eje central.
- Inscribir los esfuerzos de prevención en contextos más amplios: observando la diferencia, por ejemplo, entre los esfuerzos necesarios en escenarios de conflicto, para países en diferentes fases de desarrollo y teniendo en cuenta las normas socioculturales, las limitaciones y las consecuencias.
Principales instrumentos jurídicos e internacionales

Estas convenciones y directrices proporcionan un marco que hace hincapié en que los Estados deben invertir en la atención basada en la comunidad y orientada a los niños y las familias, desarrollar y reforzar las leyes, políticas y programas pertinentes, y abordar las causas subyacentes para evitar la separación innecesaria de los niños y sus familias biológicas. Algunos de los instrumentos jurídicos más importantes son:
- Directrices de las Naciones Unidas sobre las Modalidades Alternativas de Cuidado de los Niños
- Convenio Relativo a la Protección del Niño y a la Cooperación en Materia de Adopción Internacional de La Haya
- Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño
- Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño
- Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
Escrito por Vanessa Cezarita Cordeiro
Corrección interna de Aditi Partha
Traducido por Kelly Bermúdez
Revisado por Eva Milla
Última actualización el 28 de julio de 2024
Referencias:
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