Niños de Nicaragua

Descubriendo los derechos del niño en Nicaragua

Nicaragua trabajó con ahínco para crear una infraestructura completa de la protección de niños a pesar de une historia documentada del dominio colonial y malestar social. No obstante, la ratificación de un número de los tratados internacionales trascendentales, las brechas legislativas y los desafíos medioambientales siguen inhibiendo la realización plena de los derechos de niños.

Índice los Derechos del Niño: 7,35/10
Nivel rojo: Situación difícil

Población : 6,6 millones
Pob. de 0 à 14 años : 29,5%

Esperanza de vida: 74,48 años
Mortalidad en menores de 5 años: 16‰

Nicaragua en un vistazo

La República de Nicaragua es el país más grande en el istmo de Centroamérica, pero también es uno de los países más pobres del hemisferio occidental.   los siglos XV y XVI. Nicaragua comparte frontera con Honduras en el norte, con Costa Rica en el sur, el mar Caribe en el este y el Océano Pacífico en el oeste (Parker et al, 2021).

Antes de la colonización a manos de los españoles en el siglo XVI, Nicaragua fue habitada por varios grupos indígenas. Durante un periodo de domino español, la región de la Costa de Mosquitos del país estuvo sujeta a domino británico entre 1740 y 1786, hasta que finalmente se convirtió en un territorio autónomo en 1860. La historia singular de Nicaragua le hace el único país en Latinoamérica que fue colonizado por los españoles y los británicos.

Nicaragua tiene una historia de levantamiento social y revolución. En 1811, el país, inspirado en las revoluciones salvadoreñas y mexicanas, comenzó a rebelarse contra el domino español, resultando en la independencia del dominio colonial en 1821. En 1838, después de una época de gobierno co-centralizado con los países vecinos conocidos como las provincias de Centroamérica, Nicaragua se volvió un país independiente.

En 1978, una guerra civil estalló en Nicaragua, catalizando una dictadura de cinco décadas que dejó el país en una situación precaria. La pobreza y la inseguridad alimentaria permanecen un problema importante en Nicaragua, proviniendo de la inseguridad política del país desde hace medio siglo (SOS Children’s village).

Nicaragua es el hogar de varios grupos indígenas, incluso para los Misquitos que predominantemente viven en la costa Caribe, los Ramas y los Sumos. El idioma oficial de Nicaragua es el español, sin embargo, el misquito, el creole, el sumo y el rama son normalmente hablados por la gente indígena (SOS Children’s Village).

Nicaragua tiene tres regiones geográficas distintas: las llanuras del Pacífico, las serranías de Amerris que (la zona montañosa norte-central) y la Costa de Mosquitos (las tierras bajas atlánticas y caribes). Nicaragua tiene los dos mayores lagos de agua dulce de Centroamérica; el Lago de Managua y el Lago de Nicaragua (Parker et al, 2021).

En 2020, el huracán Eta asoló Centroamérica, y afectó a 4,6 millones de personas, incluyendo 1,8 millones de niños entre Nicaragua, Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Belice. En Nicaragua, 170.000 adultos y 75.000 niños necesitaron asistencia humanitaria. El huracán tocó tierra y la tormenta se adentró hacia el interior causando destrucción en varios otros países centroamericanos. La lluvia torrencial resultó en inundaciones mortales, ríos inundados y derrumbes. Las familias perdieron sus casas y sus sustentos (UNICEF, 2020).

La localización de Nicaragua dentro de Centroamérica significa que tiene una abundancia de biodiversidad. Es el hogar de una gran variedad de especies de plantas, anfibios, reptiles, mamíferos, pájaros y peces. Los bosques cubren un tercio del país y hay aproximadamente 78 áreas protegidas en Nicaragua que incluyen refugios de vida silvestre y reservas naturales (Parker et al, 2021).

La situación de los derechos de los niños [1]

Nicaragua se ha comprometido en varias herramientas internacionales para la protección de los derechos del niño. En 1990, el gobierno ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), y en 1981, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer. El gobierno ratificó el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en 1980.

Nicaragua ratificó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belém do Pará) en 1995. Nicaragua, como miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA), se encuentra regido por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Nicaragua, como miembro de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas (ONU), adoptó el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo.

En 2016, la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género fue también aprobada por los países de CEPAL. Esa Agenda abarca las promesas hechas por los gobiernos regionales sobre los derechos de mujeres, la autonomía y la igualdad entre los géneros durante los últimos 40 años de las Conferencias Regionales sobre la Mujer de América Latina y el Caribe. El programa reafirma el derecho a una vida libre de todas formas de violencia, incluso el matrimonio y cohabitación forzados para las niñas y adolescentes.

El gobierno ratificó el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados en 2004 y el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía en 2005.

Abordando las necesidades de los niños en Nicaragua

Derecho a la educación

Después del éxito del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) durante las elecciones presidenciales de 2006, el nuevo ministro de educación publicó un decreto para prohibir las tasas escolares, haciendo el acceder a una educación gratuita un derecho constitucional para todos niños en Nicaragua. Ello resultó en un aumento en la inscripción y asistencia escolar (Shier et al, 2013).

A pesar de que la educación en Nicaragua es gratis, hay muchos obstáculos que impiden a los niños el acceso a la educación, particularmente para los niños que viven en áreas rurales. Las condiciones climáticas extremas permanecen uno de los mayores obstáculos para el acceso a la educación de los niños Durante la época de lluvias, el daño frecuente a la infraestructura escolar y las rutas hacia las escuelas hacen inaccesible la educación para muchos niños (WE Charity, 2020).

Derecho a la salud

Nicaragua es un país de bajos ingresos y con déficit de alimentos. Es uno de los países más pobres de Latinoamérica: la inseguridad alimentaria y la pobreza se hallan vinculadas, causando malnutrición crónica en el 17% de los niños menores de 5 años.

Los desastres naturales como los huracanes, la sequía, las inundaciones, los terremotos y el cambio climático, combinados con la pobreza han resultado en un aumento en la inseguridad alimentaria (World Food Programme, 2022). El Programa Integral de Nutrición Escolar y las Actividades de Salud Materno-Infantiles son apoyados por el Programa Mundial de Alimentos. Estas iniciativas permiten a los niños vulnerables acceder a comidas nutritivas calientes gratis en los niveles preescolares y en las escuelas primarias (World Food Programme, 2022).

Derecho al agua limpia y saneamiento

Durante los desastres naturales, los servicios de agua y saneamiento son los primeros en afectar a las familias. Desde que el huracán Eta asolara a Nicaragua en 2020, los niños se han visto afectados por el acceso limitado al agua, la higiene ya las instalaciones sanitarias.

Después del huracán Eta, WaterAid, una organización internacional no gubernamental, lanzó una respuesta rápida en Bilwi y Puerto Cabezas, que eran el epicentro del huracán. WaterAid trabajó junto a las autoridades locales para entregar agua, filtros para agua y los paquetes de higiene personal a los albergues y reparar las instalaciones de agua y de saneamiento en los centros de salud (WaterAid, 2020).

A pesar de que Nicaragua se conoce como “la tierra de lagos y volcanes”, mucha de la biodiversidad natural ha sido contaminada por la agricultura, la minería, la deforestación y la erosión del suelo. Los grandes lagos y las prolongadas épocas de lluvia constituyen fuentes adecuadas de agua dulce; sin embargo, una mayoría de esa agua es inaccesible e insegura para beber.

Esto, combinado con el conflicto en el país ha resultado en una merma de la inversión gubernamental en los servicios públicos. Debido a ello, más de un millón de personas no tienen acceso a agua potable y 1,4 millones de personas no tienen acceso a instalaciones sanitarias adecuadas (WaterAid, 2020).

En las zonas rurales de Nicaragua, el 60% de las personas tienen acceso a servicios básicos de agua y el 62% tiene acceso a servicios básicos de saneamiento. Las organizaciones como Water for People, trabajan con los gobiernos de los distrito de Nicaragua donde han liderado la microfinanza para la estratagema de mejora sanitaria. La iniciativa aspiró a construir colaboraciones con instituciones locales de microfinanza que ofrecen préstamos para las mejoras sanitarias. Estos préstamos permitirían a las familias que viven en la pobreza la oportunidad de invertir en servicios sanitarios más seguros y adecuados (Water For People, 2021).

Derecho a la identidad

Un 15% aproximado de los niños nacidos en Nicaragua no posee certificado de nacimiento (US Department of Labour, 2020). En 2007, UNICEF lanzó la campaña nacional “Yo existo”, que aspiraba a proteger el derecho de niños de preservar su nombre y nacionalidad (Social Institutions and Gender Index, 2019).

Bajo el artículo 27 de la Constitución de Nicaragua, todas las mujeres y hombres son considerados igual ante la ley. Esto incluye una prohibición de discriminación por motivo de raza, sexo, lengua, nacionalidad, creencia política, origen y estatus socioeconómico. Según la Ley de Identificación Ciudadana, las mujeres (tanto casadas como solteras) tienen los mismos derechos que los hombres en la aplicación de su documento nacional de identidad (y el de sus niños) (Social Institutions and Gender Index, 2019)

Factores de riesgo: retos específicos del país

El trabajo infantil

Nicaragua ha ratificado todas convenciones internacionales importantes sobre el trabajo infantil, incluyendo el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138) y el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm. 182), de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),el Protocolo de Palermo sobre trata de Personas de la ONU, el Protocolo Facultativo de la CDN relativo a la Venta de Niños, a la Prostitución Infantil y la Utilización de Niños en la Pornografía y el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los derechos del Niño relativo a la Participación de Niños en los Conflictos Armados.

No obstante, el establecimiento de leyes y reglamentos pertinentes, las brechas siguen existiendo propiciando que los niños de Nicaragua se vean sujetos a las peores formas de trabajo infantil. Esto ocurre a pesar del establecimiento de una edad obligatoria de educación en el país (US Department of Labour, 2020).

Los niños en Nicaragua están sujetos al trabajo infantil, particularmente en el sector de la agricultura, cosechando café, bananas, tabaco, caña de azúcar y recogiendo moluscos. Los niños también se hallan sujetos al trabajo forzado en otras industrias tales como el trabajo doméstico, trabajo en transporte como mensajeros, trabajo en la industria de viaje y turismo, trabajo en la calle, venta ambulante, lavado de autos y actuación en semáforos (US Department of Labour, 2020).

Nicaragua es un destino para turismo sexual infantil, predominantemente para turistas provenientes de Canadá, de Estados Unidos y de Europa Occidental. Una mayoría de los niños que se encuentran sujetos a la explotación sexual comercial en Nicaragua son de Granada, Managua y de las regiones autónomas del Caribe. Los niños que viven en áreas rurales y los niños migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador (conocidos también como los países del Triangulo del Norte), son particularmente vulnerables al trabajo infantil y a la explotación sexual comercial (US Department of Labor, 2020).

El embarazo adolescente y el matrimonio infantil 

Nicaragua tiene la segunda mayor tasa de fertilidad entre adolescentes en Latinoamérica y el Caribe (UNICEF et al, 2018). En Nicaragua la tasa de natalidad entre las adolescentes 2015-2020 fue de 103 por cada 1.000 niñas adolescentes de edades entre 15-19. Dentro del mismo periodo, el 28% de las adolescentes dieron a luz antes los 18 años. Las mayores tasas de embarazo adolescente se encuentran en la región norte de Nicaragua, Jinotega (UNICEF, 2021).

En 2012, los datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo y del Ministerio de Salud indicaron que el 35% de las niñas en Nicaragua se encontraban casadas o en una unión antes de los 18 años, el 10% antes de los 15 años y el 19% de niños se encontraban casados o en una unión antes de los 18 años (Instituto Nacional de Información de Desarrollo, 2014).

En 2014, el Código de la Familia (Ley 870) fue promulgado, bajo el artículo 54, la edad legal mínima de matrimonio en Nicaragua fue alzada a los 18 años tanto para los hombres como para las mujeres. Sin embargo, bajo el artículo 54, los niños pueden casarse desde los 16 con consentimiento de un padre o un tutor legal (Social Institutions and Gender Index, 2019).

En Nicaragua, hay varios impulsores del matrimonio infantil, tales como: la pobreza, la educación, el embarazo adolescente, las normas de género y la ley. En 2013,el Consejo Nacional de Población de Nicaragua estimó que aproximadamente el 55% de las niñas casadas provenían de áreas rurales muy empobrecidas, comparado con el 36% que viven en áreas urbanas más ricas.

La pobreza de género y las estructuras patriarcales que excluyen a las niñas de la educación y el trabajo, dejan a las niñas más vulnerables al matrimonio precoz. Para las familias que viven en la pobreza en Nicaragua, el matrimonio infantil es visto como una manera alternativa para ganar dinero para las familias con la dote recibida del matrimonio. Los padres ven a sus niñas como una responsabilidad económica. 

La violencia sexual y de género 

Nicaragua tiene una de las mayores tasas de violencia sexual contra las mujeres en el mundo. En 2010, en las observaciones finales de Nicaragua, el Comité de los Derechos del Niño expresó una preocupación por las crecientes tasas de abuso infantil, negligencia, abuso sexual y violencia de género. El Comité suscitó preocupaciones por los altos niveles de abuso sexual y violación de niñas jóvenes, que a menudo se quedan embarazada de la mano de sus perpetradores, la mayoría de los cuales son miembros de sus familias (Committee on the Rights of the Child, 2010).

En 2013, los médicos forenses en Nicaragua investigaron a 6.069 víctimas de violencia sexual. El 82% de esas víctimas fueron niños, 3.065 de 0 a 13 años y 1.897 de 14 a 17 años. 9 de cada 10 víctimas fueron mujeres y más del 80% de las víctimas conocían a su abusador. Las altas tasas de violencia sexual se encuentran conectadas con las crecientes tasas de embarazo adolescente, la mortalidad maternal y el matrimonio infantil (Lakhani, 2014).

Debido a la presión internacional para abordar las violaciones de los derechos humanos contra las mujeres y niñas, en 2012, el gobierno aprobó la Ley 779. Ésta fue una de las leyes contra la violencia más celebrada en la región. La Ley 779 prohibió la violencia de género, el feminicidio y estableció las unidades especializadas de policía para mujeres y las cortes para perseguir los delitos de violencia de género (Lakhani, 2014).

En Nicaragua, las víctimas de violencia sexual y de género hacen frente a muchos obstáculos para denunciar los delitos, dejándolas a veces sufriendo en silencio. Una mayoría de las niñas son víctimas de miembros de sus familias o de hombres que conocen, lo cual hace más difícil reportar. Las actitudes patriarcales y el hecho de que el sexo es tabú en Nicaragua impide que las niñas hablen sobre los abusos que enfrentan (Amnesty International, 2010).

Escrito por Vanessa Cezarita Cordeiro 

Traducido por Josie Whiteley

Revisado por Susana Ibarz De La Torre

Última actualización el 3 de julio de 2022 

Referencias:

Amnesty International. (2010). “Listen to their voices and act stop the rape and sexual abuse of girls in Nicaragua.” Retrieved from Amnesty International, accessed 28 July 2022.

Committee on the Rights of the Child. (2010, October 20). “Consideration of reports submitted by States parties under article 44 of the Convention. CRC/C/NIC/CO/4). Retrieved from United Nations Convention on the Rights of the Child, accessed 28 July 2022

Bransky, R., Bennett-Clemmow, A., Pearse, J., and Long, C. (2021). “Child marriage in Nicaragua cultural roots and girl centred solutions.” Retrieved from We Are Purposeful, accessed 22 June 2022.

Instituto Nacional de Información de Desarrallo. (2014). Encuestanicaragüense de demografía y salud 2011/12. Retrieved from Stanford University Library, accessed 22 June 2022.

Lakhani, N. (2014, October 30). “Nicaragua’s staggering child-sex abuse rates.” Retrieved from Al Jazeera, accessed 28 July 2022.

Parker, F., Arguello, R., Orozco, M., Nietschmann, B and Walker, T. (2021, June 22). “Nicaragua.” Retrieved from Encyclopaedia Britannica, accessed 22 June 2022.

Shier, H., Padilla, M., Torres, N., Lopez, L., Torres, M., Castillo, Z., Alvarado, K. (2013). “Claiming the right to quality education in Nicaragua.” Chapter Ten, pp 188-202. Retrieved from Children’s rights and education: International perspectives, accessed 19 June 2022.

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UNICEF, UNFPA, OrganizaciónPanamericana de la Salud and Organización Mundial de la Salud. (2018). “Acelerarelprogresohacia la reducción del embarazoen la adolescenciaen América Latina y el Caribe.” Retrieved from OrganizaciónPanamericana de la Salud, accessed 22 June 2022.

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World Food Programme. (2022, April). “WFP Nicaragua country brief.” Retrieved from WFP, accessed 19 June 2022.


[1] Este artículo de ninguna manera pretende dar una descripción completa o representativa de los derechos del niño en Nicaragua. De hecho, uno de los muchos desafíos es la escasa información actualizada sobre los niños de Nicaragua, de la cual la mayoría no es confiable, no es representativa, está desactualizada o simplemente es inexistente.