Tradicionalmente, se suele excluir a los niños del derecho al voto, con algunas excepciones, como en los países donde la edad para votar se ha establecido en los dieciséis años. La razón principal es la creencia de que los niños carecen de las competencias necesarias para tomar decisiones fundamentadas. Sin embargo, algunos criterios sugieren que reducir la edad de voto a dieciséis años (o incluso a seis o a cero) podría ser beneficioso, no solo en términos de los derechos del niño, sino también en lo relativo a la representación democrática. Los mecanismos de participación de las escuelas y de los jóvenes -como los Consejos Nacionales de la Juventud (NYCs, por sus siglas en inglés)- tienen un impacto significativo como facilitadores de la participación política de las personas jóvenes.

El derecho al voto de los niños como derecho ciudadano
El derecho al voto es un derecho ciudadano fundamental que debe extenderse a todas las personas, incluidos los niños, dado que, si se ven afectados por las decisiones tomadas por los políticos, deberían tener voz y voto sobre quienes las toman. Garantizar una inclusión democrática significa escuchar todas las voces, no solo las de los adultos (Runciman, 2021).
El acceso de los niños a los derechos políticos no solo es beneficioso para ellos en lo que respecta a sus propios derechos, sino que también favorece la representación democrática. Un principio democrático establece que todas las personas afectadas por una decisión colectiva deben tener voz y voto, por tanto, sus voces deben ser escuchadas en ese proceso (Van der Straeten, Runciman, 2023).
Si se arguye que los niños no comparten la vida de la comunidad de la misma forma que los adultos, ya que no ganan dinero, no pagan impuestos ni prestan servicios públicos, es importante subrayar que esos prerrequisitos para acceder a los derechos políticos fueron desestimados hace mucho tiempo. Hoy en día, los adultos votan independientemente de si pagan impuestos, contribuyen a los servicios públicos o dependen del apoyo del gobierno. El derecho al voto no está condicionado por las contribuciones de una persona, sino, por el contrario, se fundamenta en las experiencias compartidas que nos unen como miembros de la sociedad (Runciman, 2021).
Edad para votar en el mundo
Tradicionalmente, se excluye a los niños del derecho al voto con base en el criterio de falta de madurez para tomar decisiones razonadas y autónomas. No obstante, este enfoque ha sido cuestionado en años recientes y algunos Estados reconocen el derecho al voto de las personas menores de dieciocho años (FRA, 2017).
Edad legal para votar: dieciséis años
La edad legal para votar es de dieciséis años en Nicaragua, Escocia, Isla de Man, Guernsey, Etiopía, Ecuador, Cuba, Brasil y Austria. Además, en Estonia y Malta, los niños tienen derecho a votar en las elecciones locales a partir de los dieciséis años; lo mismo ocurre con las elecciones regionales y locales en algunas regiones de Alemania (Länder) y del Reino Unido (como Escocia). (FRA, 2017). Bélgica ha sido el país de la Unión Europea que más recientemente ha aprobado leyes que amplían el derecho al voto de jóvenes de entre dieciséis y diecisiete años en las elecciones europeas (Elections Europa, 2024).
Edad legal para votar: diecisiete años
Los países cuya edad legal para el voto es de diecisiete años incluyen a Sudán, Sudán del Sur, Corea del Norte, Indonesia, Grecia y Timor Oriental. Aunque la edad para votar en Indonesia es de diecisiete años, las personas casadas están obligadas a votar independientemente de su edad (WorldAtlas, s.f.).
Edad legal para votar: dieciocho años
La edad legal para votar son los dieciocho años en la mayoría de los países. Más de cien naciones se encuentran en esta categoría, entre ellas Afganistán, China, Australia, Bahamas, Bélgica, Botsuana, Canadá, Comoras, Dinamarca, Egipto, Finlandia, Francia, Georgia, Alemania, Guatemala, Israel, Jamaica, Jordania, Líbano, las Islas Marshall, Macedonia, Mauritania, Kenia, Mongolia, Filipinas, Santa Elena, Tanzania, Estados Unidos, Yemen, Zimbabue, Japón, Italia, entre muchas otras (WorldAtlas, s.f.).
Edad legal para votar: diecinueve años
Corea del Sur es el único país donde la edad legal para votar es de diecinueve años (WorldAtlas, s.f.).
Edad legal para votar: veinte años o más
Los países cuya edad legal para votar es de veinte años incluyen a Nauru, Taiwán y Bahréin. Por otro lado, los estados donde se puede votar a partir de los 21 años o más son Omán, Samoa, Tokelau, Tonga, Singapur, Malasia, Kuwait, Jersey y Camerún. Los Emiratos Árabes Unidos tienen la edad legal para votar más alta del mundo: los ciudadanos solo pueden ejercer este derecho a partir de los 25 años (WorldAtlas, s.f.). En Italia, la edad mínima para votar por el Senado es de 25 años (FRA, 2017).
Argumentos acerca de reducir la edad para votar
Los opositores aducen la falta de competencia de los niños para tomar decisiones fundamentadas; sin embargo, a muchos adultos también se les dificultan las políticas complejas, por lo que resulta inconsistente establecer estándares más altos para los niños (Van der Straeten y Runciman, 2023).
El acto de votar está vinculado a responsabilidades como pagar impuestos, ocupar cargos y participar en jurados populares, derechos que excluyen a los niños, a pesar de sí estar sujetos a la ley (Van der Straeten y Runciman, 2023). A diferencia de la cuestión del acceso de las mujeres a los derechos políticos, la meta aquí no es que los niños ocupen cargos, sino que sus voces sean escuchadas (Van der Straeten).

La investigación de Mark Franklin enfatiza que la primera experiencia de voto de una persona influye en su involucramiento futuro, lo que hace que el voto temprano sea decisivo para fomentar la participación cívica a largo plazo. Franklin sugiere que los jóvenes de 15 ó 16 años están en mejor condición para votar que los adolescentes mayores, ya que están más integrados en redes de apoyo y entornos estructurados, como las escuelas (Van der Straeten y Runciman, 2023).
Además, estudios muestran que los niños se preocupan más por problemas medioambientales –puesto que les afectan directamente- como, por ejemplo, las consecuencias de la moda rápida (Runciman, 2021). La juventud participa activamente en iniciativas y protestas relacionadas con el cambio climático, abogando por transformaciones políticas, cambios en los hábitos de consumo y soluciones más ecológicas. Incluir a los niños en el discurso político garantizaría que sus prioridades estén representadas en la sociedad, fortaleciendo así la democracia.
¿Votar desde los 6 o incluso desde los 0 años?
David Runciman, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Cambridge, sostiene que la edad para votar debería reducirse a los seis años. Según él, seis es un buen número redondo que se corresponde con la edad en que los niños adquieren, no la edad de competencia, sino la habilidad de asistir al colegio, lo que, en su opinión, es el límite mínimo que queremos que alcancen (Van der Straeten & Runciman, 2023).
“Acabo de pasar los últimos meses trabajando con niños en una escuela primaria en Cambridge, hablando con ellos no sobre ciudadanía ni nada por el estilo, sino simplemente sobre su actitud frente al hecho de que no se les permite votar. Y lo que saqué principalmente de esa experiencia es que, en realidad, las escuelas son un lugar magnífico para involucrar a niños incluso de seis años en la política democrática. Son espacios seguros; es toda una experiencia animada y agradable para los niños. (…) Los docentes, la educación son un buen marco de referencia para las políticas democráticas”.
– David Runciman (Van der Straeten, Runciman, 223).
Jonathan Bernstein, politólogo, ha sugerido otra alternativa: reducir la edad legal para votar a los 0 años y considerar el derecho al voto como un derecho humano o un derecho adquirido desde el nacimiento. Sin embargo, resultaría increíblemente complicado, ya que los niños muy pequeños no solo carecen de competencia, sino también de la habilidad manual para emitir su voto. En ese caso, dependería de los padres votar en su nombre, y este proceso implicaría el uso de sistemas de representación que filtran el derecho al voto (Van der Straeten & Runciman, 2023).
Asimismo, el mayor problema que surge es que permitir que un padre vote en nombre de su hijo va contra la regla de “una persona, un voto” (Crippes, 2011). Por lo tanto, aunque el derecho al voto podría considerarse fundamental, sus implicaciones prácticas impiden la posibilidad de que se lo reconozca como un derecho adquirido desde el nacimiento. Este aspecto obliga a los gobiernos a establecer una edad mínima para ejercer el derecho al voto vinculada a un umbral mínimo de competencias y conocimientos que deben tener los niños para poder expresar sus opiniones.
Impacto de reducir la edad para votar
Los datos disponibles sobre las consecuencias de reducir la edad para votar a los dieciséis años son limitados, ya que pocos ciclos electorales han transcurrido desde que algunos países adoptaron este enfoque. Sin embargo, los primeros datos disponibles son bastante consistentes.
Estudios sobre una elección municipal en Estados Unidos y sobre elecciones nacionales en Austria muestran que los jóvenes de dieciséis y diecisiete años son participantes políticos entusiastas, y que votar a una edad temprana fomenta el hábito de participar. Al estar socializados en una cultura de participación política, los votantes de entre dieciséis y diecisiete años pueden volverse más activos políticamente en su vida ulterior, en comparación con quienes no votan hasta los dieciocho o diecinueve años (The Body Shop, 2022).
En Austria, uno de los primeros países en reducir la edad para votar en 2007, la participación de los votantes jóvenes ha aumentado junto con la confianza en los procesos democráticos. Además, los patrones de voto de las personas menores de dieciocho años son similares o incluso idénticos a los de los votantes de mayor edad. Esto indica que los jóvenes tienen la voluntad, el conocimiento y la capacidad para participar en elecciones políticas complejas, y que la reducción de la edad para votar no está vinculada a las políticas de un partido específico.
Otro posible riesgo está relacionado con la idea de que las personas jóvenes podrían ser fácilmente manipuladas por adultos, como los políticos o sus propios padres. Sin embargo, la evidencia respalda la idea de que los jóvenes son entusiastas, están interesados en el mundo que los rodea y que reducir la edad para votar fomentaría aún más su participación activa. Ampliar el electorado para incluir a jóvenes mayores de dieciséis años contribuiría a que las decisiones políticas sean más justas, inclusivas y representativas de la población en general.
¿Por dónde empezar? El papel de las escuelas
Los niños no son inmunes a la política. Aunque esta debería ser excluida de las escuelas, el entorno en el que viven los niños está compuesto de modelos adultos a seguir que hablan de política y viven sus consecuencias. Por tanto, es imposible aislar a los niños de la política; más bien, es importante darles las herramientas necesarias para navegar en este ámbito de la vida.

Incluir la política en la escuela no empeoraría la educación; al contrario, contribuiría a mejorar las políticas, ya que la protección de los niños se toma muy en serio en estos contextos (Runciman, 2021). Para los niños, el entorno escolar es un espacio seguro donde expresar sus opiniones y desarrollar habilidades y conocimientos adecuados a su edad y capacidades.
Es importante brindarles la oportunidad de hablar más sobre política y formarse sus propias opiniones de manera independiente. Para ello, serían necesarios cambios drásticos en el sistema educativo, ya que, en muchos países, entre ellos Francia, los docentes tienen prohibido abordar temas políticos en las aulas (Van der Straeten & Runciman, 2023).
La educación cívica representa un camino importante para facilitar el conocimiento sobre el funcionamiento de las instituciones públicas. Si se espera que los jóvenes participen políticamente, deben entonces recibir todo el apoyo necesario. Un estudio reciente sobre la disminución de la participación política general en Estados Unidos muestra que las escuelas ejercen una influencia significativa al proveer conocimiento relevante a través de clases de educación cívica donde se explica el funcionamiento de las instituciones públicas, lo que al mismo tiempo va transmitiendo a los jóvenes principios democráticos desde temprana edad (The Body Shop, 2022).
No obstante, no todos tienen el mismo acceso a estas oportunidades, lo cual acentúa aún más la desventaja de aquellos que ya están marginados, como las mujeres jóvenes y niñas, los jóvenes con discapacidades, los indígenas y quienes viven en zonas rurales o en territorios afectados por crisis (The Body Shop, 2022).
La participación significativa de los jóvenes a todos los niveles
Hoy en día, las decisiones que afectan la vida de las personas jóvenes se toman a nivel local, nacional y global. Desarrollar mecanismos de participación juvenil que sean sostenibles, independientes y que partan de problemas específicos puede influir positivamente en la participación electoral de los jóvenes y, probablemente, contribuir a eliminar las barreras que enfrentan los candidatos políticos jóvenes.
Nivel local y nacional
Los Consejos Nacionales de la Juventud (NYCs, por sus siglas en inglés) tienen un impacto significativo al facilitar la participación política de las personas jóvenes a nivel nacional, actuando como puente entre la juventud y quienes toman decisiones. Estas redes, compuestas en su mayoría por organizaciones juveniles, asociaciones estudiantiles y parlamentos juveniles nacionales, son en ocasiones reconocidas oficialmente por el gobierno nacional como una de las principales formas de incorporar la perspectiva juvenil a las decisiones gubernamentales relevantes.
En algunos casos, los responsables de la toma de decisiones prefieren mantener el contacto con representantes de los NYCs debido a su legitimidad y carácter representativo. No solo representan a personas jóvenes, sino también a organizaciones juveniles (The Body Shop, 2022).
Con el objetivo de aumentar la participación de los jóvenes en la toma de decisiones políticas, es importante no pasar por alto el ámbito local. Al igual que a nivel nacional, la participación juvenil a nivel local en este ámbito puede ser diversa y reflejar las problemáticas locales, los mecanismos de participación y el acceso a recursos (The Body Shop, 2022).
Nivel internacional
La participación política de las personas jóvenes no se circunscribe a las fronteras nacionales. En gran medida, instituciones intergubernamentales e internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Consejo de Europa, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea, entre otras, toman decisiones que, en el mejor de los casos, pueden influir en la vida de los jóvenes. Sin embargo, para las personas jóvenes, involucrarse en estos foros resulta significativamente más complejo que participar cerca de sus hogares (The Body Shop, 2022).
Organizaciones y movimientos juveniles internacionales, como los Scouts, el Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el Foro Europeo de la Juventud, Viernes por el Futuro y la Reunión de Coordinación Internacional de Organizaciones Juveniles (ICMYO, por sus siglas en inglés), entre muchos otros, fomentan la participación actuando como puente entre las personas jóvenes y esas instituciones.
Las secciones nacionales de estas organizaciones también contribuyen a reducir la brecha entre los niveles local e internacional. Además, están bien capacitadas para brindar a las personas jóvenes los conocimientos y el apoyo necesarios para participar en complejas y potencialmente intimidantes instituciones políticas internacionales (The Body Shop, 2022).
Pasos para asegurar que se escuchen las voces de los niños en política
Para hacer avanzar los derechos y necesidades de las personas jóvenes, y garantizar que sus voces sean escuchadas de forma significativa en la vida pública y en la toma de decisiones, es necesario respaldar las medidas que promuevan políticas y reformas legislativas (The Body Shop, 2022).

Por ejemplo, en mayo de 2022, el Parlamento Europeo presentó una moción para el reglamento del Consejo en relación con la elección a Miembros del Parlamento Europeo (MPE) por sufragio universal directo y propuso reducir la edad para votar a los dieciséis años, aunque permitiendo excepciones para los ordenamientos constitucionales que establezcan una edad mínima de dieciocho o diecisiete años.
Las ONG y las organizaciones de la sociedad civil (OSC) han venido pidiendo este cambio durante años. Para ilustrar, el Foro Europeo de la Juventud ha defendido activamente en elecciones nacionales, locales y europeas la reducción de la edad para votar a los dieciséis años, ayudando de esta manera a reducir la brecha entre generaciones jóvenes y representantes políticos (Foro Europeo de la Juventud, 2024).
Desde una perspectiva práctica, la implementación de programas integrales de educación cívica para jóvenes, junto con el establecimiento de mecanismos formales, transparentes y diversos de participación juvenil a nivel local, nacional e internacional, podría permitir a niños y jóvenes expresar con voz propia sus intereses y necesidades (The Body Shop, 2022).
Escrito por Arianna Braga
Corregido de forma interna por Aditi Partha
Traducido por J.R.
Revisado por Gisela E. Valdés
Actualizado por última vez el 19 de enero de 2025
Bibliografía:
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FRA (2017). Children’s right to vote. Retrieved from Fundamental Agency for Fundament Rights (FRA) at https://fra.europa.eu/en/publication/2017/mapping-minimum-age-requirements/childrens-right-vote, accessed on 30 January 2024.
Runciman, D. (2021). Votes for children! Why we should lower the voting age to six. Retrieved from The Guardian at https://www.theguardian.com/politics/2021/nov/16/reconstruction-after-covid-votes-for-children-age-six-david-runciman, accessed on 30 January 2024.
The Body Shop (2022). Be Seen Be Heard. Understanding young people’s political participation. The research paper is commissioned by The Body Shop in collaboration with and with technical assistance from the United Nations Office of the Secretary-General’s Envoy on Youth. Retrieved from the European Youth Forum at https://www.youthforum.org/files/UPDATED_UN_REPORT_TBS_Accessible_Version_090622.pdf, accessed on 30 January 2024.
Van der Straeten, K., Runciman, D. (2023). Should children have the right to vote? (Transcript). Retrieved from Bennett Institute for Public Policy at https://www.bennettinstitute.cam.ac.uk/blog/should-children-have-the-right-to-vote/, accessed on 30 January 2024.
WorldAtlas (n.d.). Legal Voting Age by Country. Retrieved from WorldAtlas at https://www.worldatlas.com/articles/legal-voting-age-by-country.html, accessed on 30 January 2024.

