El año que estamos dejando atrás ha sido desafiante para los derechos de los niños a nivel global. Niños de todo el mundo han debido afrontar muchas barreras que dificultan sus oportunidades de vivir una vida plena, como la migración, la explotación, la pobreza, la violencia, la discriminación, etc. La pandemia de COVID-19 que se desató el año pasadoaún impacta negativamente en la salud física y mental de los niños, así como también en el acceso a la educación en forma presencial y en línea.
Entre los diferentes países que experimentan una situación de agitación política, una de las amenazas más graves contra los derechos de los niños, y en particular contra los derechos de las niñas, se produjo en Afganistán cuando los talibanes tomaron Kabul casi sin esfuerzo. Mientras que sus voces se apagaron, otras se hicieron oír, en especial aquellas de jóvenes activistas climáticos que se reunieron en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow e instaron a la implementación de medidas de acción climática inmediatas. Humanium también se ha comprometido a alzar su voz por el bienestar de los niños a través de grupos de trabajo, reuniones en línea y declaraciones conjuntas, y continuará haciéndolo el año próximo.
La influencia de la pandemia sobre los derechos de los niños continúa
En 2020, el brote repentino de coronavirus provocó cambios inesperados en nuestra vida cotidiana a nivel global. Además del miedo que el nuevo virus representaba en cuanto a nuestra salud, hubo una preocupación en aumento relacionada con la adopción de un nuevo estilo de vida que requería varios cambios, a lo que los niños fueron especialmente vulnerables.
La educación, uno de los aspectos más importantes en la vida de un niño, se ha visto afectada de un modo significativo debido a las nuevas disposiciones y situaciones llevadas a cabo para contener la propagación del virus. Incluso un año después del estallido de COVID-19 en el mundo, y principalmente debido al cierre de escuelas en 31 países y la reducción de la jornada escolar en otros 48 países, más de 800 millones de alumnos (más de la mitad de población estudiantil del mundo) continuaron enfrentando grandes obstáculos para hacer efectiva su educación (UNESCO, 2021).
Debido al cierre de escuelas como consecuencia de la pandemia, se estimó que es posible que otros 72 millones de niños en edad escolar caigan en la pobreza de aprendizaje, es decir, que serán incapaces de leer y comprender un texto sencillo a los 10 años (Banco Mundial, 2020). Desde que las clases presenciales resultaron imposibles, escuelas de todo el mundo adoptaron un sistema de educación en línea en el que los niños asistían a clases desde sus hogares.La triste realidad es que para al menos un tercio de los niños escolarizados en el mundo (463 millones), la educación emota distancia no les permite continuar con su educación (UNICEF, 2020).
La pandemia también ha provocado un gran deterioro de la salud mental de las personas. Derepente, los niños experimentaron sentimientos inexplicables de temor, pérdida y sufrimiento. Para un gran número de niños, la educación en línea también implicó un aumento de su tiempo en pantalla nunca antes visto, necesario para que los niños pudieran aprender y mantenerse conectados con el mundo exterior (UNICEF, 2010). Aunque el período de la infancia debería vivirse libre de los miedos y las preocupaciones que acompañan a la adultez, la pandemia privó a muchos niños de la vida que conocían y les obligó a lidiar con una realidad nueva y más aterradora.
La violencia contra los niños en el contexto de la COVID-19
En junio de 2021, para conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, la Representante Especial del Secretario General para sobre los Niños en los Conflictos Armados, Virginia Gamba, destacó el problema de la violencia sexual relacionada con los conflictos contra los niños en el contexto de la pandemia de COVID-19 y la alarmante situación de los niños y niñas nacidos de violaciones. Como muestran las estadísticas, después del brote de coronavirus hubo un ascenso drástico en la cantidad de casos verificados de violencia sexual contra niños y niñas en conflictos armados.
En efecto, la pandemia de COVID-19 ha traído una serie de consecuencias para los niños en conflictos armados con un incremento de las violaciones reales, una reducción en la imputabilidad y el castigo, un debilitamiento del control y la denuncia, además del cese, de la prestación de servicios a supervivientes. El informe del Secretario General de 2020 afirmaba que estas violaciones no afectan a niños y niñas por igual: mientras que los niños son más propensos a ser reclutados y utilizados en conflictos armados, las niñas continúan siendo más vulnerables a sufrir violaciones y otras formas de violencia sexual. En 2020, estas cifras aumentaron un 70 %, y el 98 % de las víctimas eran niñas (CSNU, 2021).
Además, la pandemia de COVID-19, junto con las crisis económica y de refugiados en el Líbano, ha conducido a un aumento abrumador de matrimonios infantiles entre los refugiados sirios del país, donde la tasa de matrimonio infantil se ha incrementado desde que comenzó el conflicto en Siria (Monla-Hassan & Yacoubian, 2020). Resulta evidente que el matrimonio infantil genera un impacto devastador en los niños no solo al privarlos de su infancia, sino también al poner en riesgo sus vidas, su salud y sus derechos básicos, lo que limita su progreso en el futuro y su desarrollo; también queda claro que esta práctica cultural extendida debe terminar.
El deterioro de los derechos de los niños en Hungría y Afganistán
En junio de 2021, el gobierno húngaro aprobó una nueva ley anti LGBTIQ+ que fue rápida y duramente criticada por la comunidad internacional. A pesar de que el gobierno húngaro insistió en que la ley se había aprobado para proteger a los niños y sus derechos, resultó evidente que esta, redactada presuntamente para criminalizar aún más la pedofilia, podría tener graves consecuencias sobre los derechos de los niños LGBTQI+.
La ley podría prohibir el acceso por parte de los menores de edad a todos los medios de comunicación, como programas de televisión, películas y música, que incluyan contenido LGBTQI+ e impedir que los educadores en las escuelas aborden la homosexualidad y la orientación sexual (Zoltán, 2021). Aunque el gobierno húngaro ha intentado presentar la ley como una solución positiva, queda claro que la única solución, en lugar de aprobar este tipo de leyes, sería concienciar a los niños sobre aspectos importantes de la vida, como la educación sexual y la identidad de género. De este modo, se aseguraría que todos los niños vivieran en una sociedad en la que abunde la comprensión, la paz y la tolerancia.
Unos meses después, en agosto, el mundo se vio conmocionado debido a lo sucedido recientemente en Afganistán. Después de que se retiraran del país las tropas de la OTAN, los talibanes lanzaron una ofensiva en varios frentes por todo el país para reconquistar parte del territorio. El ejército afgano se vio sobrepasado, perdieron terreno de forma continua y los talibanes conquistaron Kabul sin un gran esfuerzo. El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, que anteriormente había recibido apoyo militar por parte de los Estados Unidos, abandonó el país para evitar una guerra (Barr, 2021).
La toma del poder en Kabul por parte de los talibanes pone en riesgo los derechos de los niños y, en particular, los derechos de las niñas afganas. Esta situación es igualmente trágica para las mujeres que habían adquirido derechos con el tiempo y ocupan posiciones de responsabilidad, ya que, en la actualidad, su futuro es incierto y existe una gran preocupación por su seguridad. Los talibanes continúan afirmando que las mujeres mantendrán los mismos derechos que los hombres, de acuerdo con las leyes islámicas, y, por lo tanto, podrán seguir estudiando (Seir et al., 2021).
A pesar de ello, muchos expertos sugieren no dejarse engañar por las promesas de los talibanes. La vuelta de los talibanes al poder en Afganistán es un mal presagio para los derechos de los niños (en especial de las niñas) y de las mujeres, al igual que para su futuro. El hecho es que, lamentablemente, todos los días miles de personas intentan huir del país en busca de una vida mejor.
La lucha por los derechos ambientales de los niños en todo el mundo
Nueve niñas de la Amazonia de Ecuador y sus respectivas comunidades de origen ganaron su recurso ante la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos, en la que habían solicitado al Estado de Ecuador asumir sus responsabilidades ambientales, prohibir la práctica de la quema de gas y brindar reparación a miles de comunidades locales e indígenas afectadas. Este ha sido sin duda un fallo de referencia para los derechos ambientales en Ecuador, que requiere que las compañías petroleras se responsabilicen por el impacto de sus actividades en el medio ambiente y la salud de las personas (Earth.org, 2021).
En octubre de 2021, líderes de todo el mundo se reunieron en Glasgow para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). La cumbre de COP26 reunió a los participantes con el fin de acelerar el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Mientras se desarrollaba el debate principal, miles de activistas climáticos se reunieron en la cumbre, entre las que se encontraban Greta Thunberg, Vanessa Nakate (Uganda) y Mitzi Jonelle Tan (Filipinas) para dirigirse a la multitud en Glasgow y pedir acciones climáticas concretas e inmediatas (Kippenberg, 2021).
Los jóvenes manifestantes precisaron con claridad que la necesidad de una acción climática era más urgente que nunca y que no podía demorarse más, ya que las vidas de muchos niños y de las generaciones futuras estaban en riesgo. Como señalaron, los niños ya «afrontan la muerte, la enfermedad, el hambre, el desplazamiento y otras consecuencias graves debido a las altas temperaturas, sequías, tormentas, incendios forestales e inundaciones provocados por las políticas climáticas inadecuadas de los gobiernos» (Kippenberg, 2021). Por lo tanto, es fundamental que los gobiernos, esos mismos gobiernos compuestos exclusivamente por adultos, comiencen a escuchar a los jóvenes de una vez.
La lucha incansable de Humanium por los derechos de los niños
A comienzos de este año, Humanium facilitó la redacción de una carta abierta que fue enviada por 20 miembros del Parlamento Europeo (MPE) al gobierno brasileño. En la carta, se exige el fin de la deforestación de la selva amazónica. Los MPE también condenaron la gestión de la pandemia de COVID-19 por parte de Brasil, considerada como «fallida» e instaron a una acción inmediata para la preservación de la Amazonía, así como el respeto de los derechos de los niños y de los pueblos indígenas. La carta representó una petición pública por parte de Humanium firmada por más de 5000personas de 158 países y pidió a Brasil que firme la Declaración Intergubernamental sobre los Niños, Niñas, Jóvenes y la Acción Climática.
Como parte de sus actividades en defensa de los derechos del niño, Humanium participó en grupos de trabajo, reuniones en línea y declaraciones conjuntas para mejorar el cumplimiento de los derechos de los niños en todo el mundo. El 1 de marzo de 2021, se realizó la reunión anual de un día completo sobre los derechos del niño del Consejo de Derechos Humanos (HRC, por sus siglas en inglés) y se centró en el tema «Los derechos del niño y los Objetivos de Desarrollo Sostenible». Humanium, junto con otras ONG, emitió una declaración conjunta que enfatizaba la necesidad de proteger, invertir en y empoderar a los niños como la forma con mayores probabilidades de acelerar el desarrollo global.
Humanium también se enorgullece de haber firmado la Declaración Conjunta sobre la realización del derecho de los niños a un medio ambiente saludable junto a más de 80 organizaciones de todo el mundo. La Declaración Conjunta, que fue entregada el 3 de marzo por la Iniciativa de Derechos Ambientales del Niño (CERI, por sus siglas en inglés) y el Grupo de Trabajo sobre Derechos del Niño y Medio Ambiente, pone énfasis en la vulnerabilidad particular de la salud y el bienestar de los niños a los daños ambientales. Diversos factores, como la crisis climática, la contaminación del agua, la pérdida mundial de biodiversidad y los entornos tóxicos en los que los niños viven hoy en día, representan graves amenazas a los derechos de los niños establecidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del niño.
Ese mismo mes, el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas lanzó oficialmente su nueva Observación General nº 25 sobre los Derechos del Niño en relación con el entorno digital. La aprobación de esta Observación General indica la primera vez que se mencionan las experiencias digitales de los niños en la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas (CDN) y marca un momento histórico para todos aquellos que trabajan para proteger a los niños en Internet. Humanium presentó una propuesta relacionada con el entorno digital, ya que estamos de acuerdo con la visión de la ONU acerca de cómo deberían implementarse los derechos de los niños en el mundo digital (ACNUDH, 2021).
Humanium ha estado trabajando con otras ONG internacionales como parte del Grupo de Trabajo sobre el Medio Ambiente para asegurar que se reconozca el derecho de los niños a un ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible. Luego, ese mismo año, Humanium asistió a la reunión general del Grupo de Trabajo sobre el Medio Ambiente con los representantes de varias ONG: Child Rights International Network (CRIN, por sus siglas en inglés), Terre des Hommes, Child Rights Connect y Franciscans International. La reunión general fue una ocasión importante para que Humanium debatiera con los demás miembros del grupo de trabajo sobre los desafíos actuales, los desarrollos recientes y las actividades futuras en el ámbito de los derechos ambientales del niño.
Nuevo año, nuevas posibilidades
Aunque aún quedan numerosos desafíos por superar en el mundo actual, en Humanium nos comprometemos a continuar generando conciencia y protegiendo los derechos de los niños en todo el mundo, ya sea su derecho a la alimentación, la educación, la protección, la salud, un ambiente limpio o la libertad. Humanium también seguirá ofreciendo asistencia legal para ayudar a las víctimas de violación de los derechos del niño a través de su línea de asistencia en múltiples idiomas. El esforzarnos al máximo para brindar a las víctimas una esperanza inquebrantable, pero también soluciones efectivas, es parte de nuestra metodología, que también implementaremos el año próximo.
Siempre hemos abogado por un mundo en el que se respeten y protejan los derechos de los niños y seguiremos persiguiendo ese objetivo en 2022. Si le gustaría ayudarnos a lograrlo y apoyar el trabajo de Humanium, por favor considere apadrinar a un niño, hacer un donativo o ser voluntario el año que viene.
En nombre de todo el equipo de Humanium ¡Les deseamos un feliz, seguro y pacífico año nuevo!
Escrito por Ivana Kaćunko
Traducido por Clara Roncoroni
Revisado por Cristina Morillo Berral
Bibliografía:
World Bank. (December 2, 2020). Pandemic Threatens to Push 72 Million More Children into Learning Poverty—World Bank outlines a New Vision to ensure that every child learns, everywhere. Retrieved from the World Bank, accessed on 28 November 2021.
Zoltán, K. (June 23, 2021). Portrayal and promotion – Hungary’s latest anti-LGBT law, explained. Retrieved from Telex, accessed on 28 November 2021.